Unos 100.000 millones de dólares se destinarán anualmente desde el 2020, a un fondo internacional para el cambio climático. La pregunta es ¿a quién confiarle el fondo?.
La decisión de crear un fuerte fondo internacional para el clima se tomó desde Copenhague. 100.000 millones de dólares deben administrar el fondo a partir de 2020. “En Cancún tratamos de ponernos de acuerdo, por primera vez, sobre un orden de prioridades para tomar decisiones”, dijo en la conferencia de México la secretaria ejecutiva de la Convención de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, Christiana Figueres.
Entre otras cosas, hay que decidir si el fondo quedará fundado en la cumbre de Cancún y bajo qué estructuras debe administrarse, explicó Figueres. Ambas decisiones podrían quedar, de lo contrario, para la próxima cumbre de 2011 en Sudáfrica. “Es la primera vez que existe un fondo como éste y su fundación y estructura tienen que estar muy bien pensadas”, según la funcionaria de Naciones Unidas.
Donantes y receptores
Para administrar un fondo de 100.000 millones de dólares anuales, su arquitectura tiene que estar clara. Hay intereses legítimos tanto del lado de los donantes (los países industrializados), como de los receptores (los países en vías de desarrollo).
Quienes deben donar quieren tener garantías de que su dinero se empleará, efectivamente, para combatir el cambio climático. Asimismo, quienes se beneficiarían del fondo quieren tener libertad de decisión sobre las medidas nacionales en que lo emplearán, en vez de condiciones, por ejemplo, sobre determinadas prioridades políticas.
En las conversaciones se contempla al Banco Mundial como posible administrador.
“Los miembros de la Convención del Clima deciden ellos mismos qué tipo de fondo quieren tener. Nosotros aconsejaríamos, sobre todo, que un fondo como este se administre profesionalmente”. Es importante que cada dólar y cada euro se empleen de forma apropiada. Y, para ello, se necesita una administración orientada a los resultados”, resalta el encargado especial para cambio climático del Banco Mundial, Andrew Steer.
Para Steer está claro que la institución que él representa, con sus “65 años de experiencia en el financiamiento al desarrollo”, se siente más que calificada para asumir la tarea: “Sería un honor para nosotros”, dice.
Oposición contra el Banco Mundial
Sin embargo, hay suficientes delegaciones que miran con escepticismo la posibilidad de que el Banco Mundial administre el fondo internacional para el clima – sobre todo entre las naciones en vías de desarrollo. Bolivia, por ejemplo, o China, son algunos de estos países, representados en el así llamado Grupo de los 77.
“La crisis financiera internacional es conocida por todos y entre los causantes de esa crisis están el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, porque desarrollaron una política que ayudó a provocarla”, explica el embajador boliviano en Naciones Unidas, Pablo Solón.
Mientras tanto, se espera que el anfitrión mexicano, el presidente Felipe Calderón, proponga un acuerdo la semana próxima. Calderón se ha pronunciado, desde 2008, por la fundación de un fondo verde para enfrentar las consecuencias del cambio climático.
Deutsche Welle
¿Quién considera usted que debería administrar dicho monto?
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