Jorge Campos, coordinador de la Comisión del río Rímac de la ANA, dijo que si bien el caudal ha mostrado un comportamiento anómalo, eso no significa que las demandas se vean en riesgo.
La disminución del caudal del río Rímac, debido a la escasez de lluvias a causa del enfriamiento de la últimas semanas de las aguas del mar peruano, no afectará el abastecimiento de agua potable ni para usos productivos, agrarios y energéticos en Lima.
Jorge Campos, coordinador de la Comisión del río Rímac de la Autoridad Nacional del Agua (ANA), dijo a RPP Noticias, que si bien el caudal ha mostrado un comportamiento anómalo, eso no significa que las demandas se vean en riesgo.
Indico que el mínimo requerido para abastecer a todos los sectores es un caudal de 26 metros cúbicos por segundo, y que según el último reporte de Senamhi, este está en los 33 metros cúbicos por segundo.
Explicó, que el bajo nivel de las aguas que se observa a partir del puente Huáscar en el límite de los distritos del Rímac y San Juan de Lurigancho, se debe a que gran parte de ellas ya han sido captadas en bocatomas anteriores.
Tal es el caso de la planta de la Atarjea de Sedapal y otras para uso agrícola y energético. Precisó que las aguas que fluyen hacía el centro de la capital, son calificadas como excedentes.
"Después de la bocatoma de la Atarjea estamos viendo que hay excedentes de agua (...) las demandas multisectoriales para los diferentes usos, el poblacional y el uso productivo, donde están los usos agrarios, los usos mineros, el uso energético, están asegurados", afirmó.
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