´Esto es una victoria para todo Estados Unidos, una nación de inmigrantes, una nación que definitivamente valora la familia y la comunidad´, destacó el director de Casa Maryland, Gustavo Torres.
Grupos proinmigrantes celebraron ante la Casa Blanca la "victoria" que supone la orden ejecutiva del presidente de EE.UU., Barack Obama, para un país de inmigrantes, que en los próximos meses verá cómo salen de las sombras al menos cinco de los más de once millones de indocumentados.
Entre pancartas y gritos de "¡Sí, se puede!" los inmigrantes, procedentes en gran medida de Centroamérica y Suramérica, no olvidaron a los otros seis millones de personas que han quedado excluidos.
"Esto es una victoria para todo Estados Unidos, una nación de inmigrantes, una nación que definitivamente valora la familia y la comunidad", destacó el director de Casa Maryland, Gustavo Torres, ante los micrófonos de un podio improvisado.
A las felicitaciones se unió el vicepresidente del sindicato de trabajadores de servicios 32BJ, Jaime Contreras, quien con "orgullo" dio las gracias a Obama por regularizar a "millones de familias que durante décadas han vivido con miedo por su estatus legal".
Sobre este punto incidió la activista Judith Howell, quien comparó las movilizaciones de la población hispana con el movimiento por los derechos civiles encabezado por el histórico líder de los derechos civiles, Martin Luther King.
"Este es un tema de seres humanos, de ciudadanos del mundo, que hemos venido a los Estados Unidos de América porque esta va a ser la tierra en la que vamos a tener libertad, justicia e igualdad de oportunidades", clamó Howell.
Ante los micrófonos desfilaron también algunos de los beneficiados por las medidas de Obama, como Amaya Ledesma y su marido, José Piña, que dio las gracias visiblemente emocionado.
Ambos podrán regularizar su situación porque tienen una hija pequeña que es ciudadana estadounidense, llevan en el país desde antes del 1 de enero de 2010 y carecen de antecedentes criminales.
Ledesma dijo entender "el limbo" en el que se encuentran los indocumentados que no se han visto beneficiados y, por eso, pidió seguir adelante con la lucha "unidos como una sola familia, como una sola comunidad".
Inma de Carranza, originaria de El Salvador, es una de las personas que, al no tener hijos en Estados Unidos, no ha podido beneficiarse de las medidas de Obama, aunque no pierde la esperanza, dijo.
"Me gustaría decirle a los republicanos que tomen un poco más de conciencia, que vean que nosotros somos personas que el único delito que hemos cometido es venir a trabajar para salir adelante. Que tomen el ejemplo de Obama y extiendan la reforma migratoria", pidió Carranza.
La concentración, que duró cerca de dos horas, se vio interrumpida por una pareja, que increpó a los inmigrantes mientras mostraba una pancarta con la foto en blanco y negro del presidente en la que podía leerse: "Barack Obama, dictador".
El presidente el líder republicano de la Cámara de Representantes, John Boehner, ha acusado a Obama de actuar como un "emperador o un rey" con sus medidas unilaterales.
EFE
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