El secretario de Defensa, Chuck Hagel, negó que el despliegue de estas naves sea una provocación.
Estados Unidos defendió el uso de un bombardero estratégico en sus maniobras anuales conjuntas con Corea del Sur como una respuesta "disuasoria" al reciente tono beligerante de Corea del Norte "que eleva el peligro".
El secretario de Defensa, Chuck Hagel, negó que el despliegue de dos bombarderos B-2 en Corea del Sur sea una provocación y aseguró que "la disuasión también forma parte de los ejercicios militares" entre las fuerzas surcoreanas y las tropas estadounidenses, maniobras que comenzaron el 1 de marzo y se prolongarán hasta el 30 de abril.
"Las acciones muy provocativas y el tono beligerante (norcoreano) han aumentado el peligro", indicó Hagel, que también defendió la decisión de mediados de este mes de aumentar las defensas antimisiles ante las amenazas del régimen del líder norcoreano Kim Jong-un.
Hoy, por primera vez desde que se realizan las maniobras anuales conjuntas en Corea del Sur participó un bombardero estratégico, el B-2 Spirit, con tecnología anti radar y capaz de lanzar bombas guiadas o cargar ojivas nucleares.
Al igual que el jefe del Pentágono, la Casa Blanca y el Departamento de Estado defendieron este paso poco convencional como parte del compromiso en defensa con su aliado surcoreano, al tiempo que instaron a Pyongyang a abandonar sus provocaciones y amenazas.
"Cuando un país dice la clase de cosas que la República Democrática Popular de Corea (Corea del Norte) dice, te lo tienes que tomar en serio y dar pasos para asegurarte de que quede claro que podemos defender y defenderemos nuestro país y a nuestros aliados", indicó Nuland.
"Ellos son los que están llevando a tener que asegurarnos de que nuestras defensas son las apropiadas y son contundentes, para nosotros y para nuestros aliados", afirmó.
Para el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, el mensaje de Washington es: "Frente a la retórica bélica y las amenazas de los norcoreanos estamos hombro con hombro con nuestros aliados surcoreanos y nos aseguramos de que los intereses de ambos están protegidos".
Corea del Norte ha aumentado su retórica amenazante desde que el Consejo de Seguridad de la ONU decidió sancionar al régimen comunista por su último ensayo nuclear y el lanzamiento de un cohete.
Esto ha elevado el tono de las rutinarias amenazas que Corea del Norte emite contra Seúl y Washington cada vez que se acerca la fecha de las maniobras militares anuales, que ambos aseguran que tienen carácter defensivo.
EFE
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