La mujer, que les negó licencias de matrimonio a homosexuales, fue catalogada como "heroína cristiana" por una multitud conservadora a su salida de la prisión de Grayson (Kentucky).
La funcionaria de Kentucky (EE.UU.) encarcelada por negar licencias de matrimonio a gais salió ayer de la prisión entre las alabanzas, cruces y cánticos de un grupo de manifestantes, a los que se unieron los precandidatos presidenciales republicanos Mike Huckabee y Ted Cruz.
"Muchas gracias a todos. Los amo mucho a todos. Solo quiero dar a Dios la gloria. Su pueblo se ha unido y ustedes son un pueblo fuerte. Sirven a un Dios de amor que está en cada uno de nosotros", afirmó Kim Davis a las centenares de personas concentradas desde primera hora de la mañana frente a la prisión de Grayson (Kentucky).
La famosa canción de la película "Rocky", "Eye of the Tiger", precedió la llegada de Davis al escenario, montado delante de la prisión federal y donde recibió las felicitaciones de los manifestantes mientras alzaba los brazos y miraba al cielo, custodiada por su abogado, su marido y Huckabee.
Huckabee, exgobernador de Arkansas que en mayo se lanzó a la carrera por la Casa Blanca, criticó la "tiranía" del encarcelamiento y aseguró que la decisión de Davis de no extender licencias de matrimonio a las parejas del mismo sexo debería de estar protegida por la "libertad religiosa".
"Si alguien necesita ir a prisión estoy dispuesto a ir en su lugar. Estoy dispuesto a pasar los próximos ocho años en la cárcel, pero no estoy dispuesto a pasar ni un día más bajo el Gobierno de aquellos que quieren quitar la libertad a este país", aseguró Huckabee, antiguo pastor bautista en Arkansas.
La funcionaria, llorosa y compungida en su aparición en el escenario, recibió los vítores y saludos de la multitud y pudo ver numerosas pancartas con diferentes mensajes de apoyo, como "Héroe cristiana, héroe de Kentucky" o "Defendemos las libertades religiosas".
Los manifestantes, convocados por grupos de presión cristianos conservadores, aprovecharon para cargar contra la decisión del Tribunal Supremo en junio pasado de convertir el matrimonio entre las personas del mismo sexo en un derecho constitucional y legalizar estas uniones en todo el país.
"Los jueces no hacen las leyes" o "Respeto a los derechos de los estados" fueron algunos de los mensajes que mostraron los congregados para protestar por la histórica decisión del Supremo, que obligó a los 13 estados que entonces lo prohibían, entre ellos Kentucky, a permitir el casamiento entre homosexuales.
En un intento de ganar las simpatías del sector más conservador del Partido Republicano, el aspirante presidencial Ted Cruz también se unió a la bautizada como "marcha por la libertad", aunque no buscó el protagonismo de Huckabee.
"Alabado sea Dios, Kim Davis ha sido puesta en libertad. Fue un escándalo verla encarcelada durante seis días por vivir de acuerdo con su fe cristiana", escribió Cruz, senador por Texas, en las redes sociales, donde colgó una foto dentro de prisión con la funcionaria y su marido, Joe, vestido con un llamativo gorro de paja.
A primera hora de ayer, el juez David L. Bunning determinó que Davis, convertida en un símbolo de oposición al matrimonio homosexual, debía de ser liberada con la condición de que "no interfiera de ninguna forma, directa o indirecta, en los esfuerzos de otros funcionarios para emitir licencias de matrimonio".
"Si la acusada Davis interfiere de alguna forma en la emisión de licencias de matrimonio, eso se considerará una violación de la orden de esta corte y se tomarán las acciones adecuadas", advirtió el juez, que puso a la funcionaria entre rejas el pasado jueves.
La empleada pública dejó de emitir cualquier licencia de matrimonio a homosexuales y heterosexuales tras la decisión del Tribunal Supremo y ahora, al volver al trabajo, quiere que su nombre se elimine de los documentos que tendrán que emitir cinco de las seis personas bajo su mando.
Según el dictamen del juez de la Corte del distrito Este de Kentucky, los cinco funcionarios tendrán que entregar al juzgado informes cada 14 días para informar de cómo se están distribuyendo las licencias de matrimonio en el pequeño condado de Rowan, en el sureño estado de Kentucky.
Aunque algunos funcionarios expresaron su oposición a la decisión del Supremo, esta es la primera vez que uno de ellos es encarcelado por negar a parejas del mismo sexo su derecho a casarse, un tema que sigue dividiendo a la sociedad estadounidense a pesar del creciente apoyo que ha ganado el matrimonio gay en los últimos años.
EFE
Comparte esta noticia