En uno de los cables secretos identificado como 09Brasilia390, destacó el incidente del 2009, en el que un hombre robó a punta de pistola un pequeño avión privado en Luziania.
El accidente de un pequeño avión que había sido robado cerca de Brasilia en 2009 demostró la vulnerabilidad de Brasil a posibles ataques terroristas, aunque EE.UU. abogó por la certificación de su programa de interceptación aérea, según cables difundidos hoy por WikiLeaks.
En uno de los cables secretos, identificado como 09Brasilia390, la representación diplomática de EE.UU. en Brasilia destacó el incidente del 12 de marzo de 2009, en el que un hombre robó a punta de pistola un pequeño avión privado en Luziania tras secuestrar a su hija de cinco años de edad.
Tras sobrevolar el área durante dos horas, el hombre estrelló el avión contra un centro comercial en Goiania, a 144 kilómetros de Brasilia, según el cable escrito por el entonces embajador estadounidense en Brasil, Clifford Sobel.
El incidente fue notable, según Sobel, porque provocó la activación, rara vez utilizada, de los procedimientos elaborados por las autoridades brasileñas para el derribo de aviones.
Dada la proximidad del avión a la capital federal y la falta de un plan de vuelo, los controladores aéreos de Brasilia contactaron a las autoridades de defensa aérea.
Al considerar que el avión podría ser utilizado como un arma, el Comando de Defensa Aérea contactó al jefe de la Fuerza Aérea, Junito Saito, que a su vez contactó al ministro de Defensa y al presidente Luiz Inácio Lula da Silva sobre "la posibilidad de ordenar el derribo (del avión) si surgía una amenaza para la población civil", indicó ese cable.
Pero, durante estas discusiones en la cadena de mando, el piloto hizo estrellar el avión en el centro comercial, según el cable con fecha del 28 de marzo de 2009.
Sobel consideró que el manejo del incidente "ilustró la eficacia de los procedimientos de Brasil para evitar derribos accidentales" y que sirvieron de base para que EE.UU. recomendase la certificación del programa de interdicción aérea de ese país en 2009.
Sin embargo, señaló Sobel en el cable, el incidente también "destacó la vulnerabilidad a potenciales acciones terroristas, dado que la decisión no hubiese llegado a tiempo para frenar al piloto" si éste hubiese podido estrellar el avión contra algún edificio.
Esta vulnerabilidad, explicó Sobel, se debe a que los procedimientos en vigor en Brasil, incluidos en una ley de 2004, se aplican fundamentalmente contra aviones que transportan drogas en las áreas del norte del país, "no a posibles ataques en ciudades".
Sobel añadió que, pese a la eficacia de los procedimientos disponibles, las autoridades brasileñas sopesaban analizar formas de "acelerar la toma de decisiones durante un posible ataque terrorista".
Ya en otro cable secreto, identificado como 08Brasilia806 y con fecha del 12 de junio de 2008, la embajada estadounidense había indicado de que "ante la falta de pruebas de que hayan empeorado los procedimientos de seguridad de Brasil" en el programa de interdicción aérea, lo correcto sería extender la certificación al programa.
Las filtraciones de WikiLeaks han causado la furia del Gobierno de EE.UU. y vergüenza a múltiples gobiernos, que consideran que éstas afectan la cooperación con Washington y solidaridad internacional.
WikiLeaks comenzó la divulgación de 251.287 cables producidos por las embajadas de EE.UU. en el mundo el pasado 28 de noviembre, en lo que se considera la mayor diseminación de documentos secretos o confidenciales jamás realizada en el mundo diplomático.
Del total prometido, WikiLeaks ha difundido unos 1.344 documentos.
EFE
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