Washington considera que una investigación internacional sobre la defunción del líder palestino dificultaría la reanudación del diálogo de paz con Israel.
Varios países, entre ellos EE.UU. y Francia, presionan a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) para que no investigue la muerte de Yaser Arafat a raíz de un reportaje de Al Yazira que sugiere que fue envenenado y que ha abierto la puerta a la exhumación del cadáver, señaló hoy una fuente oficial palestina.
La fuente aseguró, bajo condición de anonimato, a un grupo de periodistas que Washington está insistiendo al liderazgo palestino en que no busque la apertura de una investigación internacional sobre la defunción por considerar que dificultaría la reanudación del diálogo de paz con Israel, paralizado desde 2010.
El nivel de presión podría de hecho frenar la apertura de las pesquisas, agregó.
La ANP invitó ayer a expertos suizos a tomar muestras del cadáver para determinar si murió envenenado con polonio 210, como se desprende de la investigación emitida el pasado día 3 por la cadena de televisión catarí.
La invitación "refleja la insistencia del liderazgo palestino por alcanzar la verdad sobre las circunstancias de la muerte de Arafat", en palabras del jefe del equipo negociador palestino y asesor presidencial, Saeb Erekat.
La propuesta ha sido enviada al Instituto de Radiación Física de Lausana (Suiza), que halló polonio 210 en efectos personales de Arafat facilitados por su viuda Suha, como ropa, un cepillo de dientes y su emblemática "kufiya" (pañuelo palestino).
El polonio 210 es una sustancia altamente radiactiva y letal supuestamente empleada en 2006 por agentes secretos rusos para matar al espía Alexander Litvinenko.
La ANP espera la respuesta del laboratorio para fijar la fecha de exhumación del cadáver, enterrado en un mausoleo en la Muqata, el complejo presidencial palestino de Ramala.
Israel, por su parte, ha tachado de "ridículas" las alegaciones de que Arafat murió envenenado y las consideró un complot para tratar de involucrar a sus servicios secretos en su muerte, acontecida en un hospital cercano a París en 2004.
EFE
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