El nuevo plan de recortes supone una reducción significativa de uniformados hasta 2018.
El Ejército israelí ha comenzado el mayor recorte de fuerzas desde la Guerra del Yom Kipur de 1973 en un esfuerzo por hacer frente a sus nuevas limitaciones presupuestarias adoptadas por el gobierno, que afectarán tanto a las fuerzas de la reserva como a las regulares.
El nuevo plan de recortes, que comenzó hace unos meses, supone una reducción significativa de uniformados hasta 2018, informa hoy el diario Yediot Aharonot.
Como primera medida, muchos reservistas han recibido este año la carta de completa exención de servicio, años antes de llegar a la edad techo estipulada, en torno a los 40, añade la fuente.
Pero el recorte se sentirá también en las fuerzas regulares, ya que los jóvenes israelíes alistados a partir de agosto servirán cuatro meses menos, es decir, 32 en vez de 36.
Sólo los efectivos de determinadas unidades de combate permanecerán en el Ejército hasta los 36 meses, y ello dentro de una estricta política de evaluación sobre si son realmente necesarios.
Las nuevas medidas, que coinciden con la elección de un nuevo comandante en jefe para las Fuerzas Armadas israelíes, incluyen la reducción de 4.500 plazas entre la suboficialidad y oficialidad de carrera.
Alrededor de 1.800 oficiales han sido relevados este último año, sobre todo de posiciones logísticas, y sólo las unidades más punteras -como la de guerra cibernética, defensa anticohetes y de submarinos- mantendrán sus cupos habituales.
La reducción de fuerzas está relacionada con los recortes económicos adoptados por el Gobierno israelí, que esta semana inicia el proceso de aprobación por el Parlamento de sus presupuestos generales para 2015.
Las reducciones afectarán a las Fuerzas Armadas y a la adquisición de pertrechos y armamentos, en manos del Ministerio de Defensa de Israel, con la única excepción de sistemas avanzados como el Iron Dome, destinado a proteger a la población civil de cohetes enemigos.
En 2015 el Ejército israelí dispondrá de más presupuesto que en 2014, pero las partidas extras servirán para reponer arsenales gastados en la guerra de Gaza el pasado verano.
Dicha reorganización se traducirá en un mayor envejecimiento de los oficiales, que ahora han de permanecer más tiempo en filas.
Si antes un comandante de batallón en Israel solía tener de promedio de 30 años, ahora alcanza este puesto a los 37, mientras que los de brigada lo hacen a los 45.
EFE
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