El joven héroe del incendio del Agustino siempre estuvo ligado a las obras de labor social.
Tenía solo 25 años y una vida ligada al servicio social, a la ayuda al prójimo. Alonso Salas fue el más joven de los bomberos que murieron durante el incendio de una fábrica de zapatos y de un almacén del Ministerio de Salud de El Agustino. Antes de egresar del colegio, ya había servido como voluntario durante el terremoto de Pisco, en 2007.
Estaba en quinto de media, y fue junto a los Jesuitas a hacer labores de ayuda con los damnificados del sismo de 7,9 que estremeció a todo el sur del país. No importaba el riesgo de la misión y lo caótico del lugar en emergencia, Salas siempre mostró vocación de servicio y estuvo en la zona cuando fue requerido.
En un vídeo publicado en la cuenta de Facebook Man Ray, el joven da su testimonio sobre la experiencia que vivió aquellos días en la devastada Ica. "En verdad, el compartir con los Jesuitas no es algo que te imponen, es un estilo de vida. A uno le nace el ayudar", dijo luego del voluntariado.
Salas era quien llevaba más tiempo y tenía mayor rango en el cuerpo. Nacido en Lima, era subteniente del Cuerpo General de Bomberos en la Compañía Roma N° 2, del Cercado de Lima, una de las más antiguas del país. Fue trabajador de la Municipalidad del Rímac, donde vivía, la cual le dedicó un mensaje en Twitter.
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