La asociación El Pez en la Luna resalta la importancia de estas acciones cotidianas porque toda la relación emocional que el niño establece con algo o alguien favorece en el futuro el gusto que tenga por esos elementos.
Contarle un cuento a nuestro hijo y llevarlo a un mundo de fantasía le permite desarrollar sus sentidos es una de las experiencias más simples pero a la vez menos valoradas en el mundo actual donde los padres tiene múltiples ocupaciones
Esta sencilla actividad que estrecha lazos entre padres e hijos es muy necesaria y así los explica la directora de la comunidad educativa de la Asociación de El Pez en la Luna
“El cuento favorece en el niño algo muy importante que es la imaginación y la creatividad. El cuento favorece el lenguaje porque amplia el vocabulario y otro elemento que a mí me encanta que el cuento favorece la relación emocional del niño con el adulto que le narra o lee esta cuento”, señaló Marcela Suárez, directora de la Comunidad Educativa El Pez en la Luna.
El juego es otro elemento fundamental en la vida de un pequeño que muchos no toman en cuenta y es que esta es su forma de vincularse con los adultos y las personas de su alrededor porque al nacer todo para él es desconocido
“El juego es importante en ese caso porque el niño generalmente se vincula a través del placer, el juego es placentero totalmente, todos hemos jugado y reído a carcajadas, entonces también los niños ríen a carcajadas; y es el jugo la forma de poder conocer su entorno”, comentó la especialista.
¿Y qué pasa cuando los padres aseguran que no tiene tiempo para jugar con los hijos? “Puedo preparar una comida invitarlo y ese es un juego. El niño cualquier acción de la vida cotidiana es un juego. Vestir y desvestirlo también es un juego que van descubriendo los padres con sus hijos lo que puedes hacer lo disfrutes con amos y cariño. Todo con amor es una acción real y auténtica”, finalizó.
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