Un grupo de 94 docentes fueron seleccionados por el Ministerio de Educación filipino para aprender lo básico del español entre abril y mayo, en virtud de un acuerdo con España.
El español, tras más de dos décadas desterrado de los planes de estudio, regresa paulatinamente a los centros de educación secundaria de Filipinas gracias a un programa de formación de profesores autóctonos.
Un grupo de 94 docentes fueron seleccionados por el Ministerio de Educación filipino para aprender los rudimentos del español entre abril y mayo, tiempo de las vacaciones escolares de verano en Filipinas, en virtud de un acuerdo con España.
Cuando completen el curso, financiado por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y el Ministerio de Educación filipino, los docentes impartirán dos horas semanales de español en sus colegios.
Aunque los vocablos que comparten el tagalo y otros idiomas filipinos con el español a veces ayuda a los alumnos, a menudo no es más que una trampa camuflada.
El castellano es, después del obligatorio inglés, la segunda lengua extranjera más impartida en los centros públicos filipinos, por delante del francés, que se enseña en 19 institutos, el japonés, en 14, y el alemán, en nueve.
Además del aumento paulatino del peso del español en los centros de enseñanza, España aspira a impulsar la creación de un diploma universitario para profesores de lengua castellana en la educación secundaria.
El español fue eliminado del sistema educativo en Filipinas en 1987, durante el Gobierno de la presidenta Corazón Aquino con la Constitución que se redactó tras la caída del régimen de Ferdinand Marcos, que estableció como lenguas oficiales el tagalo y el inglés.
De los 94 millones de filipinos, menos del 1% tienen al español como lengua materna.
EFE
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