El informe sobre soportes electrónicos e informáticos va acompañado de gráficos en los que se analizan datos de voz y velocidades.
El maquinista del tren accidentado en Santiago, Francisco José Garzón Amo, habló por teléfono con el interventor mientras el tren circulaba a 199 km/h hasta once segundos antes del accidente y escuchó entretanto un aviso que indicaba la proximidad del tramo con un límite de 80 km/h.
En el accidente, que tuvo lugar en la noche del 24 de julio, fallecieron 79 personas.
El minucioso informe del contenido de las cajas negras elaborado por la Policía Científica, al que tuvo acceso Efe, fija el primer registro de voz a las 20:39:15, tras sonar el teléfono corporativo de Garzón, que se extravió tras el siniestro.
El diálogo se prolongó un minuto y cuarenta segundos, aunque no queda constancia de que cuelguen en algún momento y a las 20:41:06 se percibe el inicio del sonido de arrastre del convoy a consecuencia del descarrilamiento.
En el momento del sonido de aviso de la llamada que hizo al conductor el supervisor de los servicios a bordo desde el vagón 3 el tren circulaba a 199 kilómetros por hora, dentro del límite permitido en el tramo en el que se encontraba.
Cuando se detecta el primer aviso acústico de la llegada a una zona con un límite de 80 kilómetros por hora, la velocidad es, igualmente, de 199 km/h, mientras que poco después, coincidiendo con el último sonido de voz de Garzón Amo (un grito), dicha velocidad se ve reducida a 195.
A quinientos metros del lugar del siniestro hay otro aviso acústico y cuatro segundos más tarde el maquinista activa el freno de emergencia.
El tren que cubría la ruta entre Madrid y Ferrol descarrila a las 20:41:06 a 179 kilómetros por hora y cuatro segundos después se activa otro freno de emergencia y la velocidad baja a 153 kilómetros por hora, aunque ya una vez que el tren, compuesto por trece vehículos, ha impactado y se desencaja.
El informe sobre soportes electrónicos e informáticos va acompañado de gráficos en los que se analizan datos de voz y velocidades.
Garzón Amo, que recibe ayuda psicológica, está imputado por 79 homicidios y una pluralidad de delitos de lesiones, en ambos casos por imprudencia profesional.
Mientras tanto, el interventor del tren, Antonio Martín Marugán, fue citado esta mañana por el juez instructor del caso para tomarle declaración.
A las puertas de los juzgados reconoció que llamó por teléfono al maquinista.
EFE
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