Las nuevas tecnologías se han vuelto indispensables para el desarrollo profesional, sin embargo una nueva moda en estos medios está poniendo en peligro la privacidad y la salud de muchas personas.
El intercambio de imágenes sugerentes, provocativas o eróticas a través de las redes sociales está creando una tendencia que si bien es aparentemente inofensiva, cabe la posibilidad de que sea la punta del iceberg de un trastorno sexual.
Se trata del sexting, una práctica que puede generar serios problemas que van desde la pérdida de la privacidad, la mala imagen y el propio honor, y que está vinculada a la evolución de la telefonía móvil y la difusión de nuevos dispositivos, según los expertos.
Un reciente informe del centro de investigación Pew, indica que al menos el 6 % de los estadounidenses mayores de 18 años han enviado alguna vez imágenes sexualmente sugerentes por mensajes de texto, con un desnudo parcial o completo, y el 15 % las han recibido.
Robert Weiss fundador del Instituto de Rehabilitación Sexual de Los Ángeles (EE UU) cree que esa tendencia no tiene por qué ser síntoma de una adicción sexual, siempre que sea una "demostración natural y esporádica de la sexualidad".
En muchos casos, en realidad, se trata más bien de "una decisión poco inteligente, o poco reflexionada", como la que toman algunos personajes públicos al lanzar sus fotos en la red, donde la información se extiende como la pólvora.
Si esto se vuelve una adicción, la persona corre el riesgo de sufrir un problema emocional por ello, dijo el especialista, lo primero es analizar la conducta sexual de la persona y comprobar que no tenga otro tipo de problema mental.
Sin embargo en un 90 % de los casos, el comportamiento nace de "la tendencia a ignorar problemas emocionales" o a "una infancia en la que se evitaba el contacto físico".
El siguiente paso, tras la terapia psicológica, es "proporcionar las herramientas necesarias para evitar recaer en lo mismo", aprender a calmarse y a buscar comportamientos que satisfagan la tentación, dado que el deseo de reincidir "le acompañará el resto de su vida", finalizó Weiss.
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