Sabíamos que estamos atravesando las dos semanas más difíciles y que el pico de la curva epidemiológica podría ser alcanzado este fin de semana.
El presidente Vizcarra prefirió no ofrecer ayer su habitual conferencia de prensa, sin duda para afinar los términos en que presentará al país sus decisiones respecto de la cuarentena. Sabíamos que estamos atravesando las dos semanas más difíciles y que el pico de la curva epidemiológica podría ser alcanzado este fin de semana.
El Colegio Médico del Perú no ha vacilado en solicitar la prolongación durante dos semanas del actual régimen de confinamiento y restricciones. La institución representativa de los médicos peruanos recuerda que nuestro país figura entre los que más sufren las consecuencias del coronavirus en nuestro continente, después de Estados Unidos y Brasil.
El comunicado precisa las razones por las que el contagio ha seguido incrementándose: “La concentración de personas en mercados y bancos…, el desplazamiento masivo de personas que retornan a sus regiones… el relajamiento de los controles… y el rompimiento de la cuarentena por la búsqueda de apoyo alimentario en sectores desfavorecidos”.
Por eso, llama a intensificar las medidas para evitar el contagio y en particular la aplicación del llamado “Cerco comunitario georreferenciado de casos positivos … y la coordinación local e intersectorial”. Los médicos dicen comprender la afectación económica generada por la cuarentena, pero afirman que “si existe salud y vida, la economía del país puede surgir”.
Nos hallamos, de la misma manera que otros países más desarrollados, en un momento de fatiga e incertidumbre. Hubiéramos querido tener mejores resultados, pero solo nos queda aceptar la situación: ganar tiempo para mejorar nuestro sistema hospitalario, apelar al sentido de responsabilidad de los ciudadanos y exhortarlos a la disciplina a partir de cifras exactas y planes claros.
Como ha dicho la eminencia médica de la Casa Blanca, el muy respetado Anthony Fauci, “no sabemos cómo va a evolucionar el virus, pero sí sabemos cómo debemos reaccionar nosotros”. Esa reacción tiene que expresar la voluntad general de luchar contra una enfermedad que nos amenaza a todos y desnuda nuestra vulnerabilidad, como individuos y como sociedad.
El Colegio Médico tiene razón de pedir coordinación entre el gobierno y las regiones, entre los hospitales públicos y las clínicas privadas. Nada resulta más reprehensible que ceder a la tentación de buscar réditos políticos alarmando o generando expectativas en soluciones irreales. Muchos soñamos que el lunes 27 iba a ser el inicio de una nueva etapa, más segura y con menos restricciones. La realidad es que tenemos que seguir extremando las medidas de prudencia y confinamiento.
Puesto que se han usado muchas metáforas de guerra para referirnos a nuestra situación, corresponde citar al médico Michel Osterholm: “La epidemiología me ha enseñado que la primera ola no es sino el comienzo de un proceso que puede durar 18 meses… Me viene al espíritu una frase de Winston Churchill: No estamos en el final. Ni siquiera en el comienzo del final. Quizás es solo el final del comienzo”.
Día del libro
Pese a las circunstancias excepcionales que estamos viviendo hoy celebramos el Día Internacional del Libro. La fecha escogida por la UNESCO conmemora el supuesto día del fallecimiento en 1616 de Cervantes, de Shakespeare y de Garcilaso de la Vega. La iniciativa nació antes de que se supiera que con el mundo digital aparecería un nuevo soporte para la lectura.
Como otros sectores económicos, la industria editorial atraviesa una grave crisis. La Feria Internacional del Libro de Lima solo podrá ofrecer actividades en el espacio digital. Hace cien años, el poeta Paul Valéry formuló con ironía una tesis: “Los libros tienen los mismos enemigos que el hombre: el fuego, la humedad, las polillas, el tiempo y su propio contenido”. Hoy sabemos que tenemos también como enemigo común al coronavirus.
Las cosas como son