Mark Lyall Grant, embajador británico ante la ONU, reiteró que su país no ha militarizado el Atlántico Sur como sostiene la presidente argentina, Cristina Fernández de Kirchner.
El embajador británico ante la ONU, Mark Lyall Grant, negó este viernes que su país haya militarizado el Atlántico Sur, dijo que las acusaciones argentinas "son basura" y criticó a la nación suramericana por iniciar una "guerra de declaraciones" cuando se cumplen 30 años de la "invasión ilegal" de las Malvinas.
"Nada ha cambiado en relación a nuestro puesto de defensa en las islas Falkland (Malvinas)", afirmó el embajador británico en la sede de la ONU, después de que Argentina formalizara su queja ante el organismo por la "militarización" de la zona, a lo que respondió que las supuestas pruebas presentadas son "basura".
El embajador, que se negó a comentar si su país ha desplazado submarinos nucleares, reiteró su determinación de seguir defendiendo a los habitantes de las islas "para que no se repita" la invasión de 1982 y criticó al Gobierno de Cristina Fernández por propiciar una "escalada de la retórica" verbal entre ambas naciones.
De esta forma, el representante británico respondió al ministro de Exteriores argentino, Héctor Timerman, quien dijo previamente en la sede de la ONU que su país cuenta con información según la cual el Reino Unido "ha introducido armas nucleares en el Atlántico Sur y no es la primera vez".
El embajador explicó nuevamente que el reciente envío a la zona del destructor MS Dauntless, el más moderno de su flota naval, forma parte de las "maniobras de rutina" que hace cada seis meses la Marina Real británica, y se preguntó para qué querría su Gobierno "gastar más en defender las islas en estos momentos de crisis".
Critica quejas de Argentina ante la ONU
Así, tras subrayar que el Reino Unido no busca "aumentar la retórica" verbal con Argentina, a la que criticó por "venir a la ONU" a decir que se ha militarizado el Atlántico Sur, dejó claro que su país seguirá aprovechando cualquier oportunidad que le presenten para defender su posición con respecto a las Malvinas.
El embajador dijo no haber hablado todavía con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, sobre las quejas de Argentina, por lo que no quiso comentar su oferta de "intermediar" y ejercer sus buenos oficios para lograr una "solución pacífica" al conflicto sobre las islas Malvinas.
Reconoció que Argentina es hoy un Gobierno democrático que dice querer abordar el conflicto de forma pacífica, pero dijo que si de verdad quiere retomar las conversaciones con el Reino Unido debe empezar por modificar su Constitución, en la que recoge desde 1995 que el país suramericano ratifica su "legítima soberanía" sobre las Malvinas.
En este sentido, el diplomático se preguntó si la posición de Argentina ha cambiado porque en aguas de las Malvinas podrían haber reservas de gas y petróleo, y dijo que los "kelpers" (habitantes de las Malvinas) tienen derecho a explorarlo, aunque reiteró que los beneficios "serían para las islas, no para el Reino Unido".
El representante británico reiteró nuevamente la posición de su país de no negociar la soberanía de las Malvinas mientras no lo pidan los habitantes de las islas e insistió en que el Reino Unido seguirá defendiendo "el futuro político, social y económico de las Falkland".
Por último, el embajador británico sostuvo que "depende de ellos" (Argentina) retomar el diálogo bilateral sobre las islas Malvinas, y recordó que fue Argentina el que lo rompió de forma unilateral en 1995, "cuando modificaron de forma tan agresiva su Constitución".
EFE
Comparte esta noticia