En opinión del Dr. Vicente Vargas Egas, ginecólogo oncólogo de INPPARES, un chequeo médico ginecológico es un reconocimiento completo del estado de salud de la mujer, y que se puede realizar de una manera rápida y sencilla mediante un conjunto de exámenes que tienen como finalidad detectar los factores de riesgo que permitan identificar y predecir cualquier alteración en la salud de la mujer.
Las múltiples actividades y responsabilidades que viene asumiendo la mujer en la esfera familiar, social y económica, deben dejar espacio necesariamente para el cuidado de la salud, lo cual incluye una consulta con un médico especialista a fin de descartar o identificar de manera temprana algún problema ginecológico.
Sin embargo, el especialista precisó que estas pruebas no pueden ser las mismas para todas las mujeres, sino deben ser determinadas tomando en cuenta cada caso particular, es decir teniendo presentes la edad, los estilos de vida, los hábitos familiares y/o alimenticios y los antecedentes personales o familiares.
Según el ginecólogo oncólogo, un chequeo ginecológico debe incluir el examen físico completo, el Papanicolaou y la Colposcopía (para detectar el cáncer del cuello uterino), la ecografía transvaginal (permite detectar el cáncer de ovario, de endometrio y de trompas),
la ecografía de mamas y la mamografía bilateral.
“Estos exámenes ginecológicos son recomendables a partir de los 25 años y pueden realizarse en una sola cita, de modo que aquellas mujeres que tienen múltiples ocupaciones o responsabilidades no puedan distraer demasiado tiempo”, sostuvo.
Detección de riesgos
El Dr. Vicente Vargas afirmó que un chequeo femenino está orientado principalmente a detectar en mujeres en edad productiva el riesgo de enfermedades graves como los cánceres ginecológicos, los más frecuentes de los cuales son el cáncer de mamas, de cuello uterino y de endometrio.
Dio a conocer que el cáncer de cuello uterino afecta más a las mujeres en edad reproductiva y se inicia con la infección del Papiloma Virus Humano (PVH) entre los 15 y 30 años. Después de 10 a 15 años progresa a la etapa pre cancerosa, de modo que puede diagnosticarse como cáncer aproximadamente a partir de los 35 años.
“Los factores de riesgo más importantes para el cáncer de cuello uterino son la infección por PVH (asociado a las infecciones vaginales a repetición), el inicio de relaciones sexuales a edad temprana, la promiscuidad y mujeres con múltiples hijos. Por ello es preciso anotar que los preservativos no protegen de la infección del PVH, ya que el virus no se encuentra en el semen sino en el epitelio (superficie) de los genitales”, dijo.
Mientras tanto, el cáncer de mama se presenta con mayor frecuencia a partir de los 40 años, incrementándose el riesgo a medida que la edad avanza. Se estima que a los 25 años 1 de cada 100,000 mujeres puede tener este cáncer, pero a los 80 años 500 de cada 100,000 mujeres tendría este mal.
Los factores de riesgo más frecuentes para el cáncer de mama son; la Terapia hormonal sustitutiva (utilizada para aliviar los síntomas de la menopausia), que parece aumentar a largo plazo, más de 10 años, el riesgo de sufrir este cáncer; el consumo de alcohol durante años; la nuliparidad (no maternidad) o paridad tardía; y el exceso de peso, aunque no existe evidencia que determinada dieta (rica en grasas) aumente ese riesgo.
Añadió que en la actualidad entre el 70% y 80% de todos los cánceres mamarios aparecen en mujeres sin factores de riesgo aplicables, y que sólo del 5% al 10% tiene un origen genético por poseer los genes mutados BRCA1 y BRCA2.
De acuerdo al ginecólogo oncólogo de INPPARES, el cáncer de endometrio es más frecuente en mujeres post menopáusicas, generalmente con alto índice de masa corporal (obesas), con antecedentes de hipertensión arterial y con diabetes mellitus. (Mayores informes en el Telf. 998 584 884 ó visite www.inppares.org)
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