Michael D. Dunn admitió durante el juicio que mató al adolescente negro Jordan Davis, pero sostuvo en todo momento que disparó en defensa propia porque temió por su vida.
El destino del coleccionista de armas acusado de matar a tiros a un adolescente negro desarmado por tener la música alta en su automóvil, ya está en manos del jurado que podría en cualquier momento decidir su veredicto.
Michael D. Dunn, de 46 años, admitió durante el juicio que mató al adolescente negro Jordan Davis, de 17 años, pero sostuvo en todo momento que disparó en defensa propia porque temió por su vida.
El acusado, residente en el Condado Brevard, en el centro de la Florida, está acusado de asesinato en primer grado por la muerte a tiros de Davis, y también por intento de asesinato de los tres amigos que lo acompañaban en el vehículo.
Según se refleja en los documentos oficiales sobre el hecho ocurrido la noche del 23 de noviembre del 2012, un día después de Acción de Gracias, Davis, se encontraba sentado en la parte trasera de la camioneta escuchando música junto a dos de sus amigos, Leland Bruson y Tevin Thompson, mientras esperaban a un tercero que había entrado a la gasolinera para comprar cigarrillos y goma de mascar.
Dunn, tras aparcar su vehículo al lado del de los muchachos, se sintió incómodo por la música rap que el grupo escuchaba a todo volumen y les pidió que lo bajasen.
Tevin Thompson, quien viajaba en el asiento delantero del pasajero, bajó el volumen de la radio para subirla casi de inmediato a requerimiento de Davis, que no "le gustó que le dijeran lo que tenía que hacer", destapándose así unas "bombas de insultos" entre Dunn y Davis.
Acto seguido, según la Policía, Dunn sacó su arma y disparó al menos ocho veces contra el vehículo hiriendo mortalmente a Davis en las piernas y el hígado.
"Mi coche vibraba, los espejos retrovisores vibraban y no podía aguantar el volumen y cortésmente les pedí que lo bajaran", declaró Dunn ante el jurado durante un testimonio que dio en el juicio en su contra.
EFE
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