Educar a las mujeres para "entretener, obedecer y servir" al hombre es la meta del grupo, inspirado en otro similar creado hace un mes en la capital jordana de Ammán.
Un grupo de musulmanas presentaron hoy en Malasia el Club de las Esposas Obedientes, que defiende que las mujeres acaten sin rechistar la voluntad de sus maridos para reducir el divorcio y la violencia doméstica.
El objetivo de la organización es enseñar a sus miembros a hacer más felices a sus maridos, puesto que muchos "males sociales" como el alcoholismo, el consumo de drogas o la prostitución tienen su origen en esposas rebeldes que se alejan del camino de Alá, aseguró a Efe su vicepresidenta, Rohaya Mohamed.
"Los abusos dentro del hogar ocurren porque las mujeres no obedecen las órdenes de sus maridos, ellos siempre tienen la razón, que tiene origen divino, aunque esto no les exime de su responsabilidad, que es mantener a la familia", explicó esta licenciada en Medicina de 40 años.
Por eso, opina que también es culpa de la mujer cuando el esposo es infiel u opta por el divorcio, cuyo índice se ha disparado en los últimos años en Malasia pese a los esfuerzos de las autoridades religiosas y también políticas, que han llegado a ofrecer vacaciones gratis a parejas con problemas para que mantengan su unión.
"Nuestra obligación es satisfacer a nuestros maridos en todos los sentidos, por lo que también debemos conocer cómo tenerlos contentos en la cama", indicó Sukeina, una de las socias fundadoras del Club.
Sukeina es la primera de las tres esposas de su marido y madre de diez niños, que junto a los de las otras mujeres suman una familia de 24 vástagos en total.
Los primeros matrimonios en recibir el adoctrinamiento fueron diez jóvenes parejas recién casadas presentadas esta mañana al público en una ceremonia a la que asistieron cientos de personas en Kuala Lumpur.
Mohamed Shuvabil -de 23 años y quien conoció a su mujer de 19 el mismo día de su boda hace apenas unas semanas- cree que los consejos recibidos ayudarán a su esposa a tenerle "contento" y a saber "cómo entretenerle".
Ella, acicalada con una tiara de brillantes sobre un hiyab o velo islámico blanco que simboliza su reciente unión, asiente tímidamente las afirmaciones de su marido.
Como muestra de su "obediencia", responde las preguntas que le formulan con una mirada complaciente hacia él, quien habla en su lugar.
"Ya contamos con más de mil miembros y tras establecernos en Jordania y Malasia, nuestro siguiente paso será llegar a Indonesia, pero nuestras ambición van mucho lejos. Queremos estar presentes en todos los países", señaló Rohaya.
La asociación está patrocinada por Global Ikhwan, una iniciativa formado por antiguos integrantes de la proscrita secta musulmana Al Arqam y que hace dos años alcanzó fama al lanzar el Club de la Poligamia para "ayudar a la mujer a controlar su deseo interno".
El colectivo luego extendió sus tentáculos a la vecina Indonesia, donde provocó la ira tanto de grupos feministas como de los clérigos más ortodoxos.
Global Ikhwan fue establecido en 2004 por Ashaari Muhammad, un septuagenario con cuatro mujeres y 37 hijos que tuvo que huir a Tailandia cuando el Gobierno de Kuala Lumpur prohibió Al Arqam por sus postulados herejes y desviados del islam.
La poligamia, que fue practicada por el propio profeta Mahoma, es legal en unos 50 países, entre ellos Malasia, cuya legislación permite a los hombres casarse con hasta cuatro mujeres, siempre y cuando se comprometan a mantenerlas económicamente y todas den su permiso.
Rohaya defiende ese derecho y se declara orgullosa de contar con la ayuda de las otras dos esposas de su marido, de 25 y 20 años.
"Son como mis hermanas, cuidan de mis hijos como si fueran los suyos, lo que me permite viajar y extender nuestro negocio, ninguna es más importante que las otras, todas somos necesarias", apuntó la vicepresidenta del Club de las Esposas Obedientes.
EFE
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