"Todavía hay algunos policías infiltrados que operan con otros intereses. Yo todavía tengo miedo al dormir", afirmó el mandatario en referencia a algunos policías.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, manifestó que "duerme con miedo" por la presencia de "algunos policías infiltrados" que aún son leales a los servicios de inteligencia de Estados Unidos.
El gobernante atribuyó a esos policías la difusión de videos que pusieron en duda una denuncia oficial de que dirigentes cívicos y empresariales opositores contrataron a terroristas extranjeros para un magnicidio y la división de Bolivia.
"Todavía hay algunos policías infiltrados que operan con otros intereses. Yo todavía tengo miedo al dormir", afirmó el mandatario en referencia a algunos policías "que fueron alumnos de la CIA, de la DEA (Drug Enforcement Agency) que quedan".
Morales habló del tema en una conferencia de prensa en la que dijo no estar arrepentido de haber expulsado al embajador norteamericano en La Paz, Philip Goldberg, recientemente designado director de inteligencia del gobierno de Estados Unidos.
"Ahora nos damos cuenta -expresó Morales- que el ex embajador no era diplomático, que quería dividir a Bolivia. Tal vez quiera ahora usar su experiencia para dividir al mundo entero", recoge la agencia AnsaLatina.
Denunció además que hay una "campaña sucia" en el caso de supuesto terrorismo que se investiga en el país y criticó las "filtraciones" de videos del operativo policial realizado el pasado abril en Santa Cruz para desarticular la banda internacional.
"Ahora hacen aparecer un video donde algunos comentaristas hacen parecer que nosotros habíamos traído a los extranjeros: quien podía creer eso, es parte de una campaña sucia" aseguró Morales.
El pasado 16 de abril, la policía boliviana desarticuló un supuesto grupo terrorista liderado por el boliviano de origen húngaro y croata Eduardo Rózsa, que ese día murió abatido a tiros junto al rumano de origen húngaro Árpád Magyarosi y el irlandés Michael Dwyer.
En ese operativo, realizado en un céntrico hotel de Santa Cruz, fueron detenidos el húngaro Elot Toaso y el boliviano-croata Mario Francisco Tadic Astorga.
Según la Fiscalía y la policía, la banda pretendía organizar milicias secesionistas en Santa Cruz y atentar contra la vida del presidente Evo Morales.
El mandatario boliviano explicó que autorizó la operación, que ha sido criticada por la oposición por haber acabado con la vida de los tres extranjeros, porque su Gobierno tenía informaciones de que "estos señores estaban por escaparse".EFE
El gobernante atribuyó a esos policías la difusión de videos que pusieron en duda una denuncia oficial de que dirigentes cívicos y empresariales opositores contrataron a terroristas extranjeros para un magnicidio y la división de Bolivia.
"Todavía hay algunos policías infiltrados que operan con otros intereses. Yo todavía tengo miedo al dormir", afirmó el mandatario en referencia a algunos policías "que fueron alumnos de la CIA, de la DEA (Drug Enforcement Agency) que quedan".
Morales habló del tema en una conferencia de prensa en la que dijo no estar arrepentido de haber expulsado al embajador norteamericano en La Paz, Philip Goldberg, recientemente designado director de inteligencia del gobierno de Estados Unidos.
"Ahora nos damos cuenta -expresó Morales- que el ex embajador no era diplomático, que quería dividir a Bolivia. Tal vez quiera ahora usar su experiencia para dividir al mundo entero", recoge la agencia AnsaLatina.
Denunció además que hay una "campaña sucia" en el caso de supuesto terrorismo que se investiga en el país y criticó las "filtraciones" de videos del operativo policial realizado el pasado abril en Santa Cruz para desarticular la banda internacional.
"Ahora hacen aparecer un video donde algunos comentaristas hacen parecer que nosotros habíamos traído a los extranjeros: quien podía creer eso, es parte de una campaña sucia" aseguró Morales.
El pasado 16 de abril, la policía boliviana desarticuló un supuesto grupo terrorista liderado por el boliviano de origen húngaro y croata Eduardo Rózsa, que ese día murió abatido a tiros junto al rumano de origen húngaro Árpád Magyarosi y el irlandés Michael Dwyer.
En ese operativo, realizado en un céntrico hotel de Santa Cruz, fueron detenidos el húngaro Elot Toaso y el boliviano-croata Mario Francisco Tadic Astorga.
Según la Fiscalía y la policía, la banda pretendía organizar milicias secesionistas en Santa Cruz y atentar contra la vida del presidente Evo Morales.
El mandatario boliviano explicó que autorizó la operación, que ha sido criticada por la oposición por haber acabado con la vida de los tres extranjeros, porque su Gobierno tenía informaciones de que "estos señores estaban por escaparse".EFE
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