Jhon Jairo Velásquez Vásquez, alias "Popeye", está próximo a cumplir su condena de 22 años de prisión, aunque reconoce que la libertad le asusta.
Jhon Jairo Velásquez Vásquez, alias "Popeye", exjefe de sicarios del narcotraficante colombiano Pablo Escobar Gaviria, está próximo a cumplir su condena de 22 años de prisión, por lo que pide a la sociedad una oportunidad, aunque reconoce que la libertad le asusta.
Quien fuera uno de los mayores criminales en la historia de Colombia, ha señalado en un entrevista publicada hoy por el periódico El Tiempo que quiere buscar oportunidades incluso para decirle a los niños lo que es malo y lo que no se debe hacer.
"Quiero buscar oportunidades, pero algunos quieren que yo salga a robar y a matar para matarme, pero yo no les voy a dar gusto. Estoy preparado para pasar 30 años más aquí, porque la libertad me asusta, pero voy a luchar por ella", dijo.
"Le pido a la sociedad colombiana que me de una oportunidad. Que me permitan decirles a los niños lo que es malo y lo que no se debe hacer", añadió.
"Popeye" uno de los mayores criminales en la historia del país, reconoce que cuando salga libre le esperan varios problemas en la calle.
"Yo tengo un problema delicado que se llama los Ochoa Vásquez. Así estén presos, ellos tienen que responder por el cartel de Medellín, porque lo financiaron. Y el otro problema es Alberto Santofimio Botero", manifestó.
Quien fuera el responsable del secuestro del expresidente Andrés Pastrana y del asesinato del procurador Carlos Mario Hoyos hace 25 años recuerda claramente esos sucesos.
"Sí, hace parte de mi pasado. Al doctor Pastrana lo rescataron a los 8 días, cuando yo estaba consiguiendo en Medellín un médico para el Procurador, porque había quedado herido en medio de la retención", relató.
"Cuando voy donde el "Patrón" (Pablo Escobar), él ya estaba desencajado y me da la orden de que lo mate. Vuelvo a donde lo teníamos, le hago el juicio y le pego tres o cuatro tiros. Busco un teléfono, llamo a Caracol Radio y digo que acabamos de ejecutar al Procurador, doy el sitio y logro centrar la atención de las autoridades para poder escaparme", agregó.
Tras recordar estos hechos "Popeye" es claro al asegurar que no puede borrar el pasado.
"Yo no puedo borrar el pasado. En la prisión he recapacitado que el crimen no vale la pena. Y pese a que quise participar en el programa de prevención de la cárcel, la gran prensa de este país y algunos funcionarios dijeron que era imposible que yo les hablara a los niños. Cada vez que tengo un acercamiento con la sociedad me rechazan, pero vuelvo a insistir", indicó.
En el prontuario de Velásquez Vásquez se registran 250 homicidios en diferentes circunstancias, la instalación y activación de 200 carros bomba en el país, además del plagio de una decena de personas entre políticos y periodistas.
EFE
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