Más de 500 delegados de medio centenar de países se reúnen estos días en Astaná bajo el lema "De la prohibición de las pruebas nucleares a un mundo libre de armas atómicas".
El XXI congreso mundial de la Asociación Internacional de Médicos para la Prevención de la Guerra Nuclear (IPPNW) arrancó hoy en Astaná con una apelación a las potencias nucleares para que renuncien a sus arsenales atómicos.
Más de 500 delegados de medio centenar de países se reúnen estos días en la capital kazaja bajo el lema "De la prohibición de las pruebas nucleares a un mundo libre de armas atómicas", inscripción presente en numerosos carteles en el Palacio de la Independencia que acoge el evento.
"Es simbólico que este foro se celebre en la República de Kazajistán, país que ha sufrido pruebas nucleares y que hoy es uno de los líderes del movimiento antinuclear", señaló en su mensaje dirigido a los participantes del congreso el presidente kazajo, Nursultán Nazarbáyev.
Fue Nazarbáyev quien ya en tiempos soviéticos empezó a hablar de la necesidad de poner fin a las pruebas nucleares en el polígono de Semipalatinsk, junto a la antigua ciudad del mismo nombre (ahora Semey), una de las zonas más afectadas por la radiación en el mundo.
Semey, convertida en símbolo de la tragedia del pueblo kazajo, con innumerables muertos y enfermos por radiación, fue el pasado 14 de agosto punto de partida de una marcha ciclista protagonizada por un grupo de estudiantes de medicina de ocho países que así decidieron atraer la atención de la comunidad internacional.
"Nosotros, como médicos unidos en la IPPNW, intentamos contribuir con nuestra voz de profesionales al entendimiento de todas esas consecuencias horrorosas con el fin de que millones de personas se sumen a nuestro movimiento", dijo a Efe Abái Bayguenzhin, presidente del congreso.
Mientras, Karipbek Kuyúkov, un pintor kazajo nacido sin manos por radiación que intoxicó su ciudad natal de Yegindibulak, aseguró desde el escenario que se siente orgulloso de ser ciudadano de un país que es líder en hacer frente al desarrollo de las armas nucleares.
El optimismo y la firmeza con la que el activista del movimiento antinuclear Atom pidió a los delegados que mantengan la esperanza en la lucha contra las armas atómicas arrancó una ovación del auditorio, que se puso en pie.
Por otro lado, el jefe del departamento de Desarme Nuclear, No Proliferación y Seguridad del Ministerio de Asuntos Europeos, Exteriores y de Integración de Austria, Ronald Sturm, mostró cierta cautela con respecto a los avances en el trabajo de desarme nuclear.
"Definitivamente, no avanzamos en la dirección correcta (...) Pese a que cierta cantidad de armas nucleares ha sido eliminada -mayormente gracias a los esfuerzos de Rusia y EEUU-, aún no observamos claros y convincentes indicios de que el enfoque de la política nuclear haya cambiado", lamentó.
Y advirtió: "Aún contamos con armas nucleares en estado de alerta máxima y vivimos una máxima expansión de la modernización de esas armas".
EFE
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