Un acuerdo prenupcial depende de su situación personal y financiera, pero es recomendable cuando se posee bienes de alto valor, como propiedades o inversiones.
Un acuerdo prenupcial, también conocido como contrato prenupcial o acuerdo prematrimonial, es un documento legal escrito que elaboran dos personas antes de casarse con la finalidad de establecer cómo se manejarán los bienes, las deudas y otros aspectos financieros durante el matrimonio y en caso de divorcio o fallecimiento.
Los “prenups” también pueden regular las relaciones familiares y entre los cónyuges, pero no los asuntos relacionados con los hijos, como la manutención infantil.
Este tipo de contrato es muy conveniente para parejas que se casan en segundas nupcias, tienen hijos o nietos con otra persona, o poseen bienes y negocios de alto valor.
El acuerdo prenupcial suele incluir:
- Inventario de bienes individuales. Detalla las propiedades que cada persona posee antes del matrimonio, como inmuebles, negocios, inversiones, acciones, bonos, cuentas bancarias y cualquier otra posesión significativa.
- Distribución de bienes. Especifica qué bienes permanecerán como propiedad individual, cuáles se considerarán compartidos una vez que la pareja contraiga matrimonio, y cómo se distribuirán en caso de fallecimiento de uno de los cónyuges.
- Responsabilidad sobre deudas. Aclara qué deudas son individuales y cuáles podrían compartirse durante el matrimonio.
Sin embargo, en un acuerdo prenupcial no se puede incluir:
- La manutención de los hijos. El acuerdo prenupcial no establece quién será responsable de pagarla ni el monto, ya que el juez es quien se encarga de determinarlo en función del bienestar del menor.
- Pensión alimenticia. En algunos lugares, no se permite que el acuerdo prenupcial elimine o modifique el derecho de un cónyuge a recibir pensión alimenticia tras un divorciopero sí puede incluir una compensación económica alternativa.
Saber si necesita un acuerdo prenupcial depende de su situación personal y financiera, pero es recomendable cuando se posee bienes de alto valor, como propiedades o inversiones, si se tiene un negocio propio, si se trata de segundas o terceras nupcias o si hay hijos u otros familiares que se desea proteger financieramente en el futuro.
Cabe indicar que, no es necesario tener una gran fortuna para considerar un acuerdo prenupcial, ya que este tipo de contrato puede ser una buena opción para cualquier pareja que desee establecer con claridad cómo se manejarán los bienes y las deudas durante el matrimonio y en caso de divorcio.