´Todavía me avergüenzo de ello´, señaló Christine Quinn, quien también dijo que durante su juventud luchó contra la bulimia.
La gran favorita para lograr la Alcaldía de Nueva York en las próximas elecciones, Christine Quinn, reveló su lucha con la bulimia y el alcoholismo durante su juventud, cuando su madre padecía un cáncer que finalmente le causó la muerte.
"Todavía me avergüenzo de ello", señaló Quinn, de 46 años, en una entrevista que publica este martes el diario The New York Times, en la que evoca una larga serie de problemas familiares que le llevaron a buscar refugio en esas prácticas.
Quinn recordó cómo, con 16 años, el cáncer de mama con metástasis a los huesos dejó a su madre progresivamente impedida, de forma que tenía que bañarla, alimentarla y darle sus medicinas.
Además, su madre quedó sorda, por lo que a ella le tocó también comunicarle las noticias cada vez peores sobre su evolución médica.
Su abuela también dependía de ella para vestirle, darle el desayuno y llevarla a un autobús que la trasladaba a un centro de día para ancianos.
Quinn recordó también el alcoholismo de varios miembros de su familia, incluso de su madre, que recurría a la bebida para llevar adelante la angustia que le provocaba su enfermedad.
Explicó la forma en la que aproximadamente a los 16 años empezó a tener episodios de alimentación compulsiva, tras los que se provocaba vómitos, y de consumo de bebidas alcohólicas.
Tras concluir la universidad, fue activista y jefa de campaña de un político local, Thomas Duane, quien fue elegido concejal. Quinn le explicó su problema y él le recomendó un tratamiento médico profesional, lo que hizo en 1992.
"Fue la primera vez en mi vida que pedí ayuda de forma significativa", reconoció.
El propio diario señala que Quinn podría, con estas declaraciones, querer dulcificar su imagen, después de haberse labrado una carrera política con un perfil de persona fuerte y enérgica.
EFE
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