Presidenta argentina estacó la presentación espontánea de la Reserva Federal de los EE.UU. ante un juez neoyorquino, que tramita una demanda de fondos de inversión contra el Estado argentino.
La presidenta argentina, Cristina Fernández, aseguró hoy que es "imposible" que su país, que declaró una millonaria cesación de pagos a finales de 2001, deje ahora de pagar sus deudas.
En un acto en la Cámara Argentina de la Construcción, Fernández destacó además la presentación espontánea de la Reserva Federal de los Estados Unidos ante un juez neoyorquino que tramita una demanda de fondos de inversión contra el Estado argentino por bonos soberanos que entraron en mora a finales de 2001.
La presidenta confirmó que la Reserva Federal se presentó ante el juez neoyorquino, Thomas Griesa, "espontáneamente" y como "parte interesada" en el caso por el que los fondos, que rechazaron ingresar en el canje de deuda de 2006 y reabierto en 2010, reclaman a Argentina el pago de deudas por 1.430 millones de dólares.
Los demandantes piden a Griesa que no renueve el próximo 1 de diciembre una medida que mantiene en suspenso la aplicación de un fallo del juez por el cual Argentina debe pagar a los fondos de inversión.
Precisamente, el 2 de diciembre Argentina debe concretar un pago de 3.300 millones de dólares a los acreedores que sí aceptaron el canje y algunos expertos han advertido que, si los fondos demandantes se hacen con parte de ese pago, el país puede caer en un cese de pagos técnico con el resto de los acreedores, que recibirían menos dinero.
Según Fernández, la Reserva Federal planteó ante Griesa su "preocupación" por los efectos del fallo judicial en los bancos que actúan como meros intermediarios de pago a los acreedores de Argentina que deben cobrar el 2 de diciembre.
La mandataria dijo que la Reserva Federal planteó que una sentencia que permita a los querellantes embargar parte de esos fondos "puede tener ramificaciones operacionales que impidan la normal y eficiente operación de los sistemas de pago" y por ello "urge a la Corte a limitar el alcance de la misma".
La medida solicitada por los querellantes "es muy amplia y debe ser rechazada" ya que "sujeta a los bancos intermediarios a requerimientos o responsabilidades potenciales que no están permitidas por la ley aplicable", dice la presentación de la Reserva Federal ante Griesa, según consignó Fernández.
La mandataria consideró que "la Reserva Federal de EE.UU. ve que puede haber otras reestructuraciones de deuda y que su jurisdicción y sus propias leyes pueden quedar totalmente dejadas de lado por otros países que quieran hacer reestructuración de deuda".
Fernández afirmó que "se está buscando provocar un default (cese de pagos) técnico" de Argentina.
"¿Y quién puede decir si hay un default técnico? Las calificadoras de riesgo. Los holdouts (acreedores con tenencias de bonos en mora) han contratado un derivado financiero, los credit default swaps (CDS), una suerte de timba financiera internacional donde se apuesta a qué país no va a pagar (su deuda). Si se produce el default, aunque sea técnico, cobrarían ingentes sumas de dinero", señaló.
Fernández dijo que detrás de este negocio especulativo están los grandes bancos de Europa, Estados Unidos y Japón y fondos de inversión como NML Elliot, uno de los querellantes en Nueva York y que, por un pedido de embargo, mantiene retenida la fragata Libertad de la Armada argentina, en un puerto de Ghana desde el pasado 2 de octubre.
"Es imposible que Argentina deje de pagar la deuda porque hemos alcanzado un nivel de exposición mínima. Sólo el 8 % de la deuda en moneda extranjera está en manos de tenedores extranjeros y tenemos más de 45.000 millones de dólares (de reservas monetarias) que por ley estamos autorizados a utilizar para pagar deudas", sostuvo.
EFE
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