A pocos días de la festividad de la santa limeña, los fieles acuden a la casa que desde el siglo XVI mantiene su arquitectura y el pozo donde sus devotos depositan sus deseos escritos.
Desde 1671, cada 30 de agosto miles de fieles y devotos visten de fiesta para rendirle homenaje a la patrona de la ciudad: Santa Rosa de Lima.
Rosa de Santa María, como era conocida antes de su canonización, según sus seguidores ha concedido numerosos milagros por lo que ha ganado devotos no sólo en el Perú sino también en otros lugares del mundo, hasta el punto de convertirse en patrona del Perú, América y las Filipinas.
Niños y adultos llegan hasta la casa de la santa limeña para visitar sus instalaciones que datan del siglo XVI y pedirle milagros a través de una carta que depositan el pozo de 20 metros de profundidad, el mismo frente al cual Rosa de Lima solía rezar.
El día central de la festividad, miles de peregrinos y turístas llegan hasta la que fuera la casa de Santa Rosa de Lima que aún conserva ambientes que estuvieron ligados a su vida.
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