La tormenta tocó tierra el martes con vientos máximos de 85 kilómetros por hora.
Al menos siete personas fallecieron en Filipinas por la tormenta tropical "Kai-Tac", que desde ayer agrava los efectos de las inundaciones que causaron al menos otros 109 muertos y 4,4 millones de afectados en la última semana, indicaron este miércoles fuentes oficiales.
Según el último informe del Consejo Nacional de Prevención de Desastres, dos personas murieron por un desprendimiento de tierra, tres se ahogaron en las riadas, una murió electrocutada y otra fue golpeada por un tronco derribado por el vendaval.
El servicio filipino de meteorología (Pagasa), indicó que "Kai-Tac" tocó tierra ayer en el noreste de la isla de Luzón arrastrando vientos máximos de 85 kilómetros por hora con ráfagas de hasta 100 kilómetros por hora.
La tormenta abandonó el archipiélago durante la tarde de ayer y se dirige al sur de China, aunque sus efectos se seguirán notando hoy en el norte de la isla de Luzón.
Los equipos de rescate buscan a dos pescadores desaparecidos en la última tormenta, mientras continúa el recuento de víctimas de las inundaciones que colapsaron el norte del país hace una semana y que causaron 109 muertes.
"Kai-Tac" está agravando los daños causados por las riadas que afectaron a más de 4,4 millones de personas, de las que más de 200.000 siguen refugiadas en 664 centros de evacuación, según los últimos datos del Gobierno.
Además, las autoridades sanitarias permanecen vigilantes ante una posible epidemia de leptospirosis, una enfermedad infecciosa que se contagia en zonas inundadas a través de la orina de las ratas y otros animales urbanos.
Al menos 14 personas han sido infectadas por este mal mientras que otras 8.000 que han sufrido síntomas como la fiebre alta o dolores musculares están recibiendo un tratamiento preventivo con antibióticos.
El chabolismo, la acumulación de basura en el alcantarillado y las malas infraestructuras convierten en desastres las lluvias monzónicas que todos los años causan numerosas víctimas entre mayo y octubre en Filipinas.
EFE
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