El filme ya ha podido verse en los festivales franceses de Cannes y Biarritz y se proyectará también en todos los museos del Holocausto del mundo, según anunció su director.
El filme hispano-portugués "El cónsul de Burdeos" busca hacer justicia a la figura del diplomático luso Aristides de Sousa Mendes, un héroe convertido en paria en su país y poco conocido en el resto del mundo que salvó a 34.000 personas del nazismo concediéndoles visados para huir de la Francia ocupada.
La historia de Sousa Mendes (Carregal do Sal, 1885 - Lisboa, 1954) es mucho menos popular que la de Oskar Schindler, pese a que el diplomático -también conocido como el "Schindler portugués"- rescató a un número de personas más de 30 veces superior al del empresario alemán llevado al cine por Steven Spielberg.
Este "olvido histórico" se debe a la voluntad de los propios huidos del Holocausto de dejar atrás un traumático pasado, pero también al desprestigio y a la defenestración que sufrió Sousa Mendes por parte del régimen de Antonio de Oliveira Salazar, explicó a Efe el director de la película, Joao Correa.
Mientras que Schindler contrató en su fábrica a unos 1.100 judíos para ocultarlos de las autoridades nazis, Sousa Mendes aprovechó su cargo como cónsul portugués en Burdeos (Francia) para conceder 34.000 visados -entre ellos a 10.000 judíos- a personas que huían de las fuerzas ocupantes.
Los supervivientes que escaparon de Francia y sus descendientes "no querían revivir el pasado, sino mirar hacia adelante", señaló Correa, quien contactó con algunos de ellos para preparar la película que hoy se proyecta en Bruselas.
La heroica historia Sousa Mendes, sin embargo, no tuvo un final feliz. El diplomático fue privado de su cargo y de su pensión, cayó en la miseria y murió en un hospital franciscano de Lisboa, viudo y con varios de sus hijos emigrados a los Estados Unidos.
El diplomático, cristiano practicante y de formación humanista, incumplió la normativa portuguesa que impedía la entrada en el país de "personas indeseables" al conceder unos 34.000 visados a judíos, refugiados apátridas y opositores al nazismo, todos ellos en un plazo de sólo diez días y en pleno avance del III Reich.
Pero "El conde de Burdeos", que se estrea el 8 de noviembre en Portugal, "no es una película sobre los años cuarenta, sino sobre la memoria y sobre el ahora", afirmó Correa.
EFE
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