Las películas "El Bien Esquivo" de Augusto Tamayo y "El perro del hortelano" se proyectará en el Festival Español y Latinoamericano de El Cairo.
El cine de denuncia social procedente de México,
Perú, Bolivia, Brasil y España protagoniza la tercera edición del Festival de
Cine Español y Latinoamericano de El Cairo, inaugurado hoy con la aspiración de
convertirse en una cita mensual.
La proyección de la película mexicana "Eréndira Ikikunari" (2006), de Juan Mora Catlett, ha sido el prólogo de un encuentro que reunirá hasta el próximo 29 de septiembre otras seis producciones cinematográficas.
Organizada desde el 2008 por el Instituto Cervantes de la capital egipcia, el hilo conductor de esta edición es el "cine social que rompe las barreras de la ficción y la realidad", explica a Efe el director de esta institución, Javier Ruiz.
La huida de un mestizo desheredado en el siglo XVII o la lucha de un artista indígena contra una empresa petrolera estadounidense son los argumentos de las cintas "El bien esquivo" (2001), de Augusto Tamayo, y "El perro del hortelano" (2009), que representan a Perú en el festival.
Por su parte, España trae a la cita cairota el documental "Hecho en L.A." (2007), de Almudena Cariacedo, que denuncia la explotación de tres inmigrantes latinas en Los Angeles (EE.UU.) mientras que el trabajo infantil en las zonas rurales mexicanas queda retratado en "Los Herederos" (2009), de Eugenio Polgovsky.
El festival se completa con "El regalo de la Pachamama" (2008), una coproducción de Bolivia y Japón dirigida por Toshifumi Matsushita que narra el viaje por la ruta de la sal de un joven boliviano, y "De Corpo Inteiro" (2008), de Nicole Algranti, un cinta basada en el libro "Entrevistas con Clarice Lispector".
La principal novedad de este evento anual, cuyo palmarés será decidido por tres expertos egipcios y se dará a conocer en la clausura, es la creación de un sesión dedicada cada mes a una temática.
"El festival no terminará en cuatro días sino que contará con un evento mensual", señala Ruiz, que ha adelantado que las primeras citas de este "festival descentralizado temporalmente" estarán dedicadas al medio ambiente y al arquitecto brasileño Oscar Niemeyer.
El propósito, a juicio de Ruiz, es "permitir a la larga que el cine latinoamericano y español se vea mejor en Egipto".
EFE
La proyección de la película mexicana "Eréndira Ikikunari" (2006), de Juan Mora Catlett, ha sido el prólogo de un encuentro que reunirá hasta el próximo 29 de septiembre otras seis producciones cinematográficas.
Organizada desde el 2008 por el Instituto Cervantes de la capital egipcia, el hilo conductor de esta edición es el "cine social que rompe las barreras de la ficción y la realidad", explica a Efe el director de esta institución, Javier Ruiz.
La huida de un mestizo desheredado en el siglo XVII o la lucha de un artista indígena contra una empresa petrolera estadounidense son los argumentos de las cintas "El bien esquivo" (2001), de Augusto Tamayo, y "El perro del hortelano" (2009), que representan a Perú en el festival.
Por su parte, España trae a la cita cairota el documental "Hecho en L.A." (2007), de Almudena Cariacedo, que denuncia la explotación de tres inmigrantes latinas en Los Angeles (EE.UU.) mientras que el trabajo infantil en las zonas rurales mexicanas queda retratado en "Los Herederos" (2009), de Eugenio Polgovsky.
El festival se completa con "El regalo de la Pachamama" (2008), una coproducción de Bolivia y Japón dirigida por Toshifumi Matsushita que narra el viaje por la ruta de la sal de un joven boliviano, y "De Corpo Inteiro" (2008), de Nicole Algranti, un cinta basada en el libro "Entrevistas con Clarice Lispector".
La principal novedad de este evento anual, cuyo palmarés será decidido por tres expertos egipcios y se dará a conocer en la clausura, es la creación de un sesión dedicada cada mes a una temática.
"El festival no terminará en cuatro días sino que contará con un evento mensual", señala Ruiz, que ha adelantado que las primeras citas de este "festival descentralizado temporalmente" estarán dedicadas al medio ambiente y al arquitecto brasileño Oscar Niemeyer.
El propósito, a juicio de Ruiz, es "permitir a la larga que el cine latinoamericano y español se vea mejor en Egipto".
EFE
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