Bush demostró que la diplomacia también reside en los detalles y, con cierta ironía, se mostró molesto con el trato que Putin dio a Barney, el perro de la familia.
El expresidente de Estados Unidos George W. Bush explicó hoy que su relación con el entonces primer ministro ruso Vladimir Putin empeoró con los años y le recriminó, con cierta dosis de humor, haber humillado a su perro Barney.
Coincidiendo con la inauguración, este sábado, de una exposición de pinturas del expresidente en Dallas, el político estadounidense concedió una entrevista exclusiva a su hija Jenna Bush Hager, que es reportera de la cadena NBC y con quien recorrió su muestra de treinta retratos que hizo de líderes mundiales, incluido Putin.
"Vladimir Putin, sí, me reuní con él mucho durante la presidencia. Llegué a conocerlo muy bien. Tuve una buena relación, que se hizo más tensa a medida que pasaba el tiempo", dijo Bush ante el retrato que pintó del político ruso.
El artista novel dijo creer que el retrato, hecho a partir de una fotografía, consigue reflejar que Putin percibe "en muchos sentidos a los Estados Unidos como un enemigo" y que plantea la relación entre ambas potencias como una competición en la que uno tiene que ganar y el otro perder.
Bush demostró que la diplomacia también reside en los detalles y, con cierta ironía, se mostró molesto con el trato que Putin dio a Barney, el perro de los Bush, que ocupa un "sitio especial en el corazón" del expresidente.
"Se lo presenté a Putin", contó sobre Barney. "Y Putin como que lo humilló. ¿Llamas a eso un perro?", recordó Bush las palabras del líder ruso con cierta ironía.
Y añadió que, en una visita a Rusia, Putin le presentó a su mascota: "Era un enorme perro, obviamente mucho mayor que un Terrier escocés. Y Putin me mira y dice: "Más grande, más fuerte y más rápido que Barney"".
La reportera Bush, que empezó la entrevista con un "Felicidades, padre", también habló con su madre, que explicó la dedicación de su marido George a la pintura, y con su abuela, que dijo haberse levantado a las 4.30 de la madrugada para la entrevista, solamente porque se trataba de su nieta.
El Bush artista, que lleva dos años recibiendo clases de pintura, explicó que los retratos de Angela Merkel, Silvio Berlusconi, Tony Blair, Nicolas Sarkozy, José María Aznar, Felipe Calderón y Álvaro Uribe, entre otros, buscan captar las sensaciones que estos líderes le producen.
"Espero que capten el espíritu con el cual fueron pintados. Este era el espíritu de la amistad y de que los admiro como líderes", explicó a su hija.
"Creo que estarán como "Wow, George Bush es pintor". Estoy seguro de que, cuando oyeron que pintaba, dijeron "Wow, tengo ganas de ver qué muñeco de palitos pintó sobre mí", pronosticó Bush en la entrevista. Buena parte de los líderes no ha visto sus retratos.
EFE
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