Comité cívico de Tarija decretó un paro general de 48 horas en apoyo a su gobernador, Mario Cossío. En tanto, partido de Evo Morales busca reemplazo para el opositor.
El político opositor boliviano Mario Cossío, gobernador del departamento sureño de Tarija, inició hoy una huelga de hambre con la que pretende evitar su destitución, impulsada por el partido del presidente Evo Morales.
Cossío declaró a Efe, por teléfono, que ha iniciado solo el ayuno para frenar "el avance del golpe de Estado centralista y autoritario que se está gestando en Tarija", región fronteriza con Argentina y Paraguay, que tiene el 85 por ciento de las reservas de gas de Bolivia.
El oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS) impulsa en la asamblea regional la destitución de Cossío con el argumento de que debe responder a un juicio por supuestas irregularidades en la compra de asfalto, lo cual niega Cossío.
La sesión que tenía que determinar esta tarde la destitución de Cossío fue suspendida por los seguidores del gobernador, quienes paralizaron la lectura del acta del día.
Asimismo, el comité cívico de Tarija decretó un paro general de 48 horas en el departamento como medida de apoyo a Cossío.
El MAS ha demandado a tres gobernadores y numerosos alcaldes de oposición, para eliminar en los juzgados a quienes no pudo derrotar en las elecciones municipales y regionales de abril pasado, y ya lo ha logrado con cinco burgomaestres, según ha denunciado la misma oposición.
El partido de Morales tiene once asambleístas en Tarija, el partido de Cossío un número similar y otras fuerzas los restantes ocho.
"Esto es tan grave que no solo involucra al Gobierno en el plan de conspiración, sino además al Poder Judicial y la Fiscalía. La huelga de hambre es para defender la democracia como opción frente a un actitud dictatorial que se quiere instalar en el país", aseguró el gobernador.
Cossío dijo que el mismo Morales se ha involucrado en esta acción porque hace dos días incluso sugirió al oficialista Lino Condori como su posible relevo.
El presidente del Senado, el oficialista René Martínez, calificó la huelga de hambre de Cossío de acción "absurda infantil", ya que en su opinión es un "atentando contra la integridad nacional".
Otros dirigentes opositores bolivianos, entre ellos los gobernadores de Santa Cruz, Rubén Costas, y Beni, Ernesto Suárez, han denunciado que Morales los acorrala con juicios para anularlos políticamente.
Por otra parte, esta tarde un juez de La Paz imputó formalmente al alcalde opositor de La Paz, Luis Revilla, por un supuesto delito de daño económico al Estado cuando éste era el presidente del consejo municipal de la ciudad entre 2006 y 2010.
"Convoco a todos los paceños a que estemos nuevamente alertas, porque si no era este caso (...) habría sido por otro", manifestó Revilla en una conferencia de prensa.
Agregó: "No es un tema legal, es un tema político, donde hay un interés de deshacerse de quien piensa distinto, usando e instrumentalizando al Poder Judicial".
EFE
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