La norma permitía la privatización de los terrenos de la Zona Libre de Colón, considerada la más importante del mundo después de Hong Kong.
El presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, firmó hoy la derogación de una ley que permitía la privatización de los terrenos de la Zona Libre de Colón, cuyo rechazo originó en los últimos días una ola de protestas que dejó tres muertos y pérdidas millonarias.
Martinelli, que regresó en la noche del sábado a Panamá de una gira de una semana por Asia, que lo llevó a Japón y Vietnam, sancionó la derogación de la llamada Ley 72 en el Palacio de Las Garzas, sede de la Presidencia, pocas horas después de que ésta fuera aprobada en tercer y último debate por el Parlamento panameño.
En un mensaje nocturno a la nación, el gobernante expresó sentirse "triste" por las muertes y la violencia callejera registrada en medio del conflicto, y reiteró la necesidad de consensuar un plan de desarrollo para esa región del país.
"Estas confrontaciones no se pueden permitir. Podemos derogar leyes, pero las vidas perdidas son irremplazables", dijo el gobernante, después de pedir a sus conciudadanos "recapacitar sobre lo ocurrido".
Reprochó a los sectores políticos que no hayan apotado el llamado al diálogo realizado durante el conflicto por el Ejecutivo, el cual fue rechazado por los gremios comercial, sindicatos y grupos civiles que promovieron la protestas.
Con la derogación de la Ley 72, que subrogó el decreto Ley 18 del 17 de junio de 1948 con el que se creó la Zona Libre de Colón, se restablece la vigencia de ese decreto ley y de otras disposiciones legales, según fuentes del Parlamento.
Tras la sanción de la derogación de la ley que permitía la venta de los terrenos de la Zona Libre de Colón, 80 kilómetros al norte de esta capital, para que la Ley 18 del 17 de junio de 1948 vuelva a cobrar vigencia aún debe ser publicada en la Gaceta Oficial.
Una fuente de la Presidencia dijo a los periodistas que dicha publicación en el diario oficial tendrá lugar mañana.
En una sesión que comenzó a primeras horas de este domingo, los diputados oficialistas y de la oposición aprobaron en el tercer y último debate, con 59 votos a favor, ninguno en contra y sin abstenciones, derogar la polémica ley que había sido sancionada por Martinelli el pasado día 19.
El presidente del Parlamento, Sergio Gálvez, dijo hoy a los periodistas que si bien aún considera que la ley derogada es buena, "ya se enmendó el error", en referencia a los violentos disturbios que por una decena de días provocó su aprobación, criticada por numerosos sectores políticos, sindicales y cívicos.
Gálvez, del oficialista partido Cambio Democrático (CD), admitió que no hubo suficientes consultas al proyecto de la Zona Libre, por lo que anunció que en futuras iniciativas darán espacio suficiente para lograr consensos.
"Estoy convencido que la ley es buena, pero aquí estuvo metida la política", agregó no obstante.
El pleno del Parlamento también aprobó hoy la creación de una comisión de investigación que se encargará de indagar las circunstancias de la muerte de las tres víctimas de las manifestaciones contra la Ley 72 en Colón, establecer una indemnización a sus familiares y atender las denuncias de abuso policial durante las protestas.
La comisión estará integrada por tres miembros de la Comisión de Derechos Humanos y tendrá un plazo de 60 días para rendir un informe ante el pleno de la Asamblea Nacional.
Edgardo Voitier, dirigente del Frente Amplio de Colón, uno de los que encabezó la oposición a la Ley 72, dijo hoy a medios locales que ha llegado el momento de que el gobierno y los diferentes sectores coloneses dialoguen para buscar la forma de hacer efectiva la política de inversión en Colón.
"Colón necesita inversión en viviendas, carreteras, salud, educación", subrayó Voitier tras conocer la derogación de la norma que permitía la venta de los terrenos estatales de la Zona Libre.
Debido a la ola de protestas en diversos sectores del país, especialmente en Colón y en esta capital, que dejaron tres muertos, varios heridos, centenares de detenidos y pérdidas económicas millonarias, Martinelli, desde Asia, autorizó el pasado viernes al Parlamento derogar la ley, lo que calmó las protestas.
Anteriormente, el miércoles, el gobernante había ofrecido anular solo el artículo de la ley que permitía la venta de esos terrenos estatales, algo que fue rechazado por los gremios comerciales y sindicales que han promovido las protestas.
Mientras, las ciudades de Panamá y Colón han recobrado paulatinamente la normalidad en las calles tras las violentas protestas del viernes, que derivaron en una ola de caos que incluyó saqueos y robos a comercios, vandalismo, enfrentamientos a tiros entre civiles y la policía y daños a la propiedad pública y privada.
La Zona Libre de Colón, considerada la más importante del mundo después de Hong Kong, alberga más de 3.000 empresas, genera 30.000 empleos directos y aportes al fisco de 100 millones de dólares anuales, según su Asociación de Usuarios.
EFE
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