La corte Paladion funcionó en Atenas desde el siglo IV antes de Cristo hasta el período romano. Allí se juzgaba homicidios accidentales.
Un equipo de arqueólogos griegos ha descubierto una parte desconocida de la corte Paladion de la antigua Grecia, situada a pocos metros de lo que hoy es el nuevo Museo de la Acrópolis en Atenas, informa hoy la prensa local.
La corte Paladion, que funcionó en Atenas desde el siglo IV antes de Cristo hasta el período romano, juzgaba homicidios accidentales.
El edificio fue localizada por primera vez en la década de los sesenta por el arqueólogo griego Ioannis Travlos, quién encontró su entrada.
En excavaciones arqueológicas más recientes, conducidas por los arqueólogos helénicos Jristos Kontojristos y Antonia Kokoliú permiten ahora hacerse una idea más global de la corte.
El edificio estaba formado por una galería en forma de tres lados de un paralelogramo, una estructura similar a la Galería de Atalos, cerca de Agora, donde se llevaban a cabo actividades comerciales.
Los arqueólogos descubrieron numerosos trozos de urnas, en las cuales los jueces depositaban su voto a favor de la absolución o de la condena del acusado.
Asimismo, se halló una moneda de cobre, del siglo IV antes de Cristo, y la base de un podio que estaba apoyado sobre cuatro patas de león.
El resto de ese podio no fue descubierto, pero objetos similares descubiertos en excavaciones hechas en la isla de Dilos, permiten tener una idea más clara de ese artefacto.
Los expertos creen que en este podio se sentaba el presidente de las sesiones.
La corte Paladion fue consagrada a la diosa Athená que, según la mitología griega, un día hirió, por accidente, mortalmente, a su amiga íntima Palada.
A poca distancia de la corte Paladion se encontraba la corte Delfinio que juzgaba los homicidios "justificados", es decir los cometidos en casos de adulterio o en tiempos de guerra.
El resto de los crímenes graves eran juzgado por la corte Iliea, que se encontraba cerca del Agora, donde se encontraban la mayoría de las instituciones administrativas de la República ateniense.
Los jueces eran designados por sorteo entre todos los ciudadanos atenienses. No existían abogados, por eso cada ciudadano tenía que defenderse o presentar sus denuncias por sí mismo.
Pero ya al siglo IV antes de Cristo existían escritores de discursos, encargados a escribir las acusaciones de los querellantes y las defensas de los acusados.
EFE
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