Los satélites de la NASA han mostrado dos fenómenos opuestos en el Ártico y la Antártida.
La NASA indicó que entre 1978 y 2010 la extensión de la Antártida creció en 17.000 kilómetros cuadrados cada año, pero que esta tasa de crecimiento no es tan grande como la disminución en el Ártico.
Y es que según los datos del estudio, la extensión de la capa de hielo del Océano Ártico en setiembre del 2012 era de 3.40 millones de kilómetros cuadrados por debajo de la media calculada entre septiembre de 1979 a 2000, es decir, que el área de hielo perdido equivale a aproximadamente dos veces Alaska.
El Océano Ártico está rodeado de América del Norte, Groenlandia y Eurasia, grandes masas de tierra que atrapan la mayoría del hielo que se concentra y se retira cíclicamente según la época del año.
Pero una gran parte del hielo más antiguo ha desaparecido en las últimas tres décadas y la cubierta del hielo de verano ha quedado expuesta al agua oscura del océano, que absorbe la luz solar y se calienta, lo que lleva a la pérdida de más hielo.
Por el contrario, la Antártida es un continente rodeado de aguas abiertas que permiten al hielo marino expandirse durante el invierno, pero también ofrecen menos protección durante la temporada de deshielo.
La mayor parte de la cubierta helada del Océano Austral crece y se retira cada año, dando lugar a poco hielo marino perenne en la Antártida.
Los autores del estudio creen que el patrón mixto de crecimiento del hielo y la pérdida de este alrededor del Océano Antártico podría ser debido a cambios en la circulación atmosférica.
EFE
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