El programa 'Punto Final' señaló que la información sería recopilada para coordinar actividades con una iglesia evangélica.
El director del Hospital de Emergencias José Casimiro Ulloa, Alberto Gonzales, solicitó, mediante memorandos oficiales, que todo el personal médico, técnico y administrativo declare qué religión profesa pese a que ello vulnera, según abogados, derechos fundamentales como la libertad de conciencia y religión. Así lo dio a conocer este domingo el programa 'Punto Final'.
Según el reportaje periodístico, la información que solicitó el director del centro médico sería recopilada por la Oficina de Bienestar para coordinar actividades con una iglesia evangélica. Este proceso aún no ha concluido.
Los abogados Cristian Castillo y Franco García Lazo advirtieron que, según la Constitución, “nadie puede ser obligado a declarar su religión, mucho menos en su centro de trabajo”, además consideran que se estaría tratando de direccionar el tipo de culto a seguir. En ese sentido, Castillo señaló que el funcionario podría estar cometiendo un delito de peculado.
Alberto Gonzales brindó sus descargos ante el dominical y aseguró que la encuesta solo buscaba promover la “pluralidad religiosa”. En ese sentido, enfatizó que la respuesta era voluntaria por parte del personal.
"Es una pregunta voluntaria y en un ánimo de clima laboral. Es una pregunta de respuesta voluntaria. Es una pregunta abierta porque operativamente en el hospital no estaba visibilizada (la pluralidad religiosa)", explicó.
Más cuestionamientos
'Punto Final' señaló además que el director del Casimiro Ulloa es cuestionado por otras medidas que presuntamente afectarían al personal médico como la restricción al consumo de refrescos a un máximo de tres vasos por comida, la prohibición de dormir durante los descansos de guardia y que los médicos residentes que permanecen más tiempo en el hospital no reciben alimentación adicional.
Alberto Gonzales defendió estas restricciones argumentando que son medidas “nutricionales” y de “equidad en el acceso a recursos”.
"Y además es un tema de gestión. Lo que ha venido pasando en algún momento es que si yo tengo 100 litros (de agua) para todo el hospital, yo debo dosificarlos, y son 100 personas. ¿Cuánto le corresponde a cada persona?, un litro", manifestó.
Gonzales sostuvo que, en el caso de los médicos residentes, si ya cumplieron su horario, el hospital no está obligado a cubrir sus comidas, aunque muchos de ellos continúan colaborando de forma voluntaria.