Durante toda la gestación se recomienda el consumo de yodo porque se ha demostrado que el yodo en el embarazo es esencial para el desarrollo cerebral del bebé.
Son diversos los estudios que se han encargado de poner en evidencia los efectos del déficit de yodo en el embarazo y en la lactancia. El último ha sido uno llevado a cabo por un equipo de investigación de la Universidad de Granada perteneciente al proyecto europeo Nutrimenthe.
Según este último, los niños nacidos de madres con deficiencia de yodo durante la gestación tenían con 8 años un coeficiente intelectual tres puntos inferiores que los demás así como menor habilidad para la lectura a los nueve años.
¿Por qué consumir yodo durante el embarazo?
El yodo es esencial para el crecimiento, el desarrollo cerebral, la síntesis de hormonas tiroideas y la regulación de numerosos procesos metabólicos en el organismo. Es por eso que su déficit afecta el desarrollo psicomotor e intelectual del niño.
Tome en cuenta:
Así como el yodo en el embarazo es esencial para el desarrollo cerebral del bebé, y durante la lactancia, también es importante mantener niveles adecuados de yodo durante la infancia, etapa en la que el cerebro continúa desarrollándose.
Es necesario cuidar que no falte en la alimentación de los más pequeños cuando comienzan con la incorporación de alimentos sólidos.
¿Qué alimentos son fuente de yodo?
• Sal yodada (cuidado con el exceso)
• La leche
• Verduras
• Los mariscos y pescados de mar (de dos a tres veces por semana).
Comparte esta noticia