La promulgación de la nueva ley de las Personas Con Discapacidad (PCD), ha despertado gran expectativa, pero también se han alzado voces para cuestiona su aplicación.
El 24 de diciembre se promulgó la nueva Ley General de las PCD. Una ley que reconoce los derechos ciudadanos de las PCD y plantea medidas de discriminación positiva para eliminar la exclusión, el estigma y los prejuicios que aún enfrentan este colectivo de cerca de 3 millones de peruanos.
Sin embargo, según la Sociedad Peruana de Síndrome de Down, se han alzado voces de protesta de algunos gremios como la Confiep, e incluso del presidente Ollanta, contra la cuota laboral que obliga a las empresas con más de 50 trabajadores, a contratar 5% de PCD si son empresas públicas, y 3% si son privadas. Esto es visto no como medida de equiparación de oportunidades, sino como una aceptación de que las PCD son personas que no pueden valerse por sí mismas, son merecedoras de lástima y requieren apoyo permanente.
Las cuotas laborales han sido adoptadas en Europa (Alemania, Francia, Italia, Polonia, Austria, España entre otros) Asia (China, India, Japón entre otros), Africa (Etiopia, Tanzania entre otros) y América (Brasil, Eciuador, Argentina entre otros), desde hace varias décadas y constituyen medidas significativas para favorecer la inclusión de las personas con discapacidades en los programas de promoción del empleo y de lucha contra la pobreza.
Para la OIT, las cuotas se proponen como medidas de discriminación positiva para ofrecer oportunidades de empleo productivo y de trabajo decente a las PCD, permitiendo que sus familias y la sociedad en su conjunto se beneficien de su contribución a la economía, evitando los elevados costes que se derivan de la exclusión. Estudios de la OIT señalan que en muchos países, las sanciones por incumplimiento de la cuota van a un fondo de apoyo a la formación para el trabajo de las PCD.
Brasil plantea cuotas que van desde el 2 al 5% según el número de trabajadores de las empresas privadas. En Ecuador, el sistema de cuotas se va incrementando anualmente hasta alcanzar el 5% al término del quinto año, para empresas públicas y privadas con más de 25 trabajadores. No se trata de crear nuevas plazas, sino de ir cubriendo las que se presentan con PCD idóneas para el puesto.
En Perú, empresas como las cadenas Burger King, E. Wong, Renzo Costa, la Universidad Ricardo Palma, El Banco de Crédito y diversas instituciones del Estado, vienen aplicando la inclusión laboral de PCD y ninguna de ellas se ha quejado de un incremento de costos o de baja productividad de sus empleados.
La SPSD ha iniciado un programa de empleo con apoyo y responde a la demanda de empresas que solicitan empleados con sindrome Down no solo para atender sus objetivos como empresas con responsabilidad social, sino para mejorar el clima laboral de sus instituciones a través de la presencia de personas que tienen en su capacidad de empatía una de sus mejores cualidades.
Llamamos la atención sin embargo, a la urgencia de mejorar significativamente la formación para el trabajo de las personas con discapacidad, en especial de aquellas con discapacidad intelectual como el sindrome Down.
Este es un reto que el estado peruano aun no encara. La brecha de la exclusión educativa sigue siendo muy elevada: menos del 15% del total de PCD en edad escolar está matriculada en la escuela regular o especial. La educación post escuela ofrece pocas oportunidades de formación para el trabajo.
Los beneficios tributarios para hacer ajustes razonables a los puestos de trabajo, están contempladas en la nueva ley como mecanismos de promoción para la contratación de PCD.
----------------------------------------
POR NUESTRA GENTE es un programa que se trasmite por RPP Noticias los domingos a las 7:00 pm con la conducción de Mabel Valenzuela
Comparte esta noticia