RPP TV - Informe Especial de Heidi Paiva y Jhon Altamirano
Erick Diaz era uno del millón de niños y adolescentes, entre 6 y 17 años, que trabajan en el Perú. Siendo el mayor de cinco hermanos, trabajó en lo que pudo para llevar entre dos a cinco soles diarios a su casa.
“Él se dedicaba al reciclaje o a veces compraba su papel higiénico en plancha y recorría todos los cerritos cantando por eso le decían ´El Cantante´. El solía decir: es que así me entretengo más mamá, voy vendiendo, pero cantando”, señaló la mamá de Erick Díaz.
Pero dentro de la vida dura que le tocó a Erick tuvo suerte, se inscribió en el programa Proniño de la Fundación Telefónica y fue capacitado.
A los 14 años aprendió a confeccionar camisas y hoy tiene su propio taller y junto a Fundación Telefónica hoy ayuda a que otras familias reflexionen sobre la importancia de la educación.
“Gracias a ellos he ido mejorando la calidad de vida de mis hermanos, quizá no me contagié de Sida o de otras enfermedades porque Dios me cuidó, pero para todos no va ser igual, los niños se exponen. Lo que les pido a los padres es que por favor se informen y que hagan un niño con educación y que le inculquen valores para que puedan ser buenos profesionales en el camino”, dijo Erick Díaz.
Pero no todos tiene la fortuna de Erick en Proniño se conocen casos extremos que demuestran con crudeza la realidad del trabajo infantil.
“La señora Orfelinda es una de las madres que había sufrido una vida de muchas carencias, privaciones y situaciones traumáticas; incluso los hermanos la obligaban a trabajar por cierta cantidad de dinero y si no tenía ese dinero no podía regresar a casa y dormir. Para que ella consiga ese dinero se ha expuesto a muchas más cosas”, contó Jenny Torres, especialista del programa Proniño de Fundación Telefónica.
Proniño aplica la metodología APTI (Aprendiendo a Pensar sobre el Trabajo Infantil) que busca promover la reflexión de los padres.
“Revisamos sus experiencias por tanto esto va a generar una movilización de emociones. Al sentir esa carga emocional de recordar los peligros que ellos han tenido les hace también sentir que es lo que pueden tener sus hijos, que es lo que pueden padecer sus hijos y cambian”, agrega Jenny Torres.
Que los padres tengan conciencia de la diferencia de oportunidades que les dan a sus hijos al apostar por educarlos en lugar de hacerlos trabajar es uno de los fines de la Campaña “Chicos con Sueños. Que su trabajo sea estudiar”, alianza de Fundación Telefónica y RPP Noticias.
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