El PIM es una organización civil que busca integrar a los peruanos inmigrantes en el mundo y convertirse en portavoz de su problemática ante el Ministerio de RREE
Compartimos una entrevista a Carmen Miyashiro, concedida a Crónicas Nikkei, sobre la necesidad de crear el PIM, una organización civil que agrupe a todos los peruanos residentes en diferentes países del mundo y se convierta en el portavoz de su problemática ante el Ministerio de Relaciones Exteriores.
-¿Cómo nació la iniciativa de crear el PIM (Peruano Inmigrante Mundial)?
El PIM (Peruano Inmigrante Mundial) busca unir a las diversas instituciones en el Japón, en donde existen diferentes asociaciones peruanas en distintos puntos del país con el nombre de la ciudad donde se formó pues no tenemos quien nos represente en el Consejo de Consulta (iniciativa del Ministerio de Relaciones Exteriores) para proteger a los peruanos en el exterior, organizarlos y enlazarlos con el gobierno.
-¿Qué temas hay que trabajar por ejemplo para mantener una comunicación fluida entre el Ministerio de Relaciones Exteriores y las asociaciones peruanas afincadas en el Japón?
Por ejemplo cuando ocurrió lo del terremoto y tsunami del 11 de marzo, todo fue una desarticulación absoluta en la representación diplomática peruana en el Japón. Parecía que nuestro Embajador no sostenía comunicación con el Ministerio de Relaciones Exteriores. -En momentos de emergencia se necesita una base de organización… Así es. El pánico hacía que muchos peruanos asistan a “su Consulado” y encontraron las puertas cerradas, después cuando las abrieron era evidente la falta de información respecto a todo. Todo quedaba sin respuesta de parte de nuestro Consulado, nuestra Embajada y por ende de nuestro Gobierno Central.
-¿Y se generó pánico y desconcierto?
En un momento como ese surgen muchos rumores y espectatívas. Desde: “¿Qué hacer?” o si el gobierno enviaría un avión a llevarse a la gente que lo requería (otros gobiernos la hacían), además de información acerca de nuestros familiares en diferentes puntos del Japón cercano a la catástrofe, pues no sabíamos a ciencia cierta la magnitud de los hecho. Fue entonces que tuve la oportunidad de ver a nuestro Ministro de Relaciones Exteriores y a duras penas lograba dar respuestas a un canal peruano. Nervioso y desamparado no sabía ni decir “Fukushima”. Fue una visión absoluta y clara de que estábamos desamparados.
-¿Con toda esa experiencia es que surge la iniciativa de crear el PIM?
Necesitamos una cara y una voz. Los inmigrantes somos casi invisibles, somos divisas, números y no estamos dentro del sistema peruano. ¿somos ciudadanos de qué clase?
-¿Y si un inmigrante quiere regresar a su patria?
Si uno no es joven, técnico, profesional o inversor no existe apoyo ni ayuda, ni programa alguno para la reinserción en nuestra patria. Muchos de los dekasegis que llegaron hace 22 años en ese tiempo eran cincuentones y más. Hoy son personas envejecidas y enfermas.
-La vida debe de sr muy diferente allá en Japón…
Acá la vida es dura. La soledad, la separación, el idioma, la alimentación, las costumbres. Es un largo proceso la adaptación o inserción a esta sociedad. Sin embargo, puedo asegurar que los primeros pasamos la parte más dificil. Los que fueron llegando después lo encontraron todo más fácil, gracias a los que hoy son casi ancianos.
-Muchos de los que vivimos en el Perú no comprendemos como es la situación por allá…
Por eso tenemos un programa de intercambio juvenil, con familias nikkeis que reciban a estos jóvenes en Perú y también a la inversa, que vean como se vive acá en muchísimos casos. Que asimilen valores y respeten todo el sacrificio de muchísimos padres para darles estudios y comprarales zapatillas y ropa de marca. Es decir concientizarlos. Quitarles la fantasía de que en Nihon llueve la plata. Que cada cosa que recibieron merece al menos gratitud y amor.
-¿Cómo comparas la situación del inmigrante dekasegi peruano con el inmigrante dekasegi brasilero?
Respecto a la comunidad brasilera,ellos nos llevan una ventaja enorme.Se notó,desde el principio por que casi todos,hablan nihongo.Ellos,lo tienen casi todo;su inserción ha sido veloz.En las fábricas,solían ser los líderes.Los primeros comerciantes,los primeros empresarios,pusieron las primeras escuelitas..y tienen un consulado absolutamente organizado y eficiente.Ellos yá cuentan,con el tratado de compensación social,mientras el nuestro está en pañales.
-¿Crees que las instituciones nikkeis deberían involucrarse en este proyecto?
El mayor escollo que he notado en ciertas instituciones nikkeis es su individualidad y su afán por conservarse así. El PIM busca ser la entidad que agrupe a aquellas instituciones con las existentes aquí en el Japón.
-Sobre las últimas actividades del PIM en el Japón…
Muchísimos peruanos y extranjeros en general organizan eventos para recaudar fondos e incluso llevar donaciones a los refugios de las zonas siniestradas. La señora Mariana Morita hace las coordinaciones respectivas para hacer entrega de agua, juguetes y golosinas para los niños que se encuentran en los refugios (aproximadamente 130 niños), bajo la tutela de una NPO japonesa llamada RQ somos el código 2270 y partiremos el día 13 del presente hasta el día 15 a la base de Minamisanriku en Miyagi-ken. El PIM apoya esta maravillosa iniciativa.
-¿Cómo ves el futuro del inmigrante peruano en Japón?
Compartimos el mismo destino del pueblo japonés. Vivimos el hoy, el ahora, una nueva realidad en donde es dificil ahorrar Hombres trabajando por 800 yenes la hora mientras antes ganaban 1200 o 1700 yenes. Al principio lo pensaban antes de aceptar el trabajo, hoy lo asimilan y van aceptando que Japón ha cambiado. una de mis grandes preocupaciones es que de seguir asi la situación, ¿seguiran brindando las ayudas sociales como el “seikatsu hogo” o el “kodomo teate”?, porque ya venció el incentivo monetario para los que querían regresar a su país. El panorama se presenta difícil pues planean subir los impuestos para la reconstrucción de Miyagi, Iwate, Fukushima y las zonas afectadas.
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