A raíz de denuncia mediante las redes sociales, la cadena de farmacias se defendió indicando que agua colocada en sus dispensadores pasa un tratamiento para su consumo.
Mediante un comunicado, Inkafarma se refirió a las imágenes en las que un colaborador suyo llena un bidón con agua de caño y señaló que antes de ponerla a disposición del público tratan el agua con productos autorizados por la Digesa.
La cadena de farmacias recalcó que el agua que ponen a disposición de sus clientes es potable y apta para el consumo, pero que lamentablemente las imágenes del incidente no captan el momento en el que el líquido pasa por el tratamiento correspondiente.
"En nuestros locales los dispensadores cuentan con agua proveniente de al red pública, la cual es tratada con productos autorizados por la Dirección General de Salud Ambiental que aseguran que sea apta para el consumo humano", enfatiza el comunicado.
Por último, mencionaron que continuarán reforzando la inspección de sus locales para garantizar las buenas condiciones para sus clientes.
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