Las negociaciones van lentamente hacia su recta final y las medidas acordadas en el Plan de Acción de 2013 se extendieron hasta el lunes.
Las negociaciones para alcanzar un acuerdo que garantice que Irán no fabrique armas atómicas avanzan lentamente y su plazo previsto fue aplazado hoy por cuarta vez porque se han vuelto más arduas en la recta final.
Los ministros de Asuntos Exteriores de los países negociadores (Estados Unidos, China, Rusia, Reino Unido, Francia y Alemania, por un lado, y de Irán, por el otro) volverán a reunirse mañana en Viena para continuar con la ronda final que arrancó hace quince días.
Tanto EE.UU. como la Unión Europea (UE) anunciaron hoy que extienden hasta el próximo lunes las medidas acordadas en el Plan de Acción conjunto pactado con Irán en noviembre de 2013.
Se trata de la congelación de algunas sanciones contra Teherán a cambio de la suspensión de parte del programa atómico iraní, medidas acordadas como gesto de buena voluntad para crear confianza y facilitar el progreso hacia un histórico acuerdo definitivo.
"Para permitir la negociación por tiempo adicional, vamos a dar los pasos técnicos necesarios para que sigan en pie hasta el 13 de julio las medidas del Plan de acción conjunto", señaló una fuente del Departamento de Estado de EEUU en un comunicado.
Los cinco países miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU y Alemania negocian desde hace 20 meses un pacto para limitar el programa nuclear iraní a cambio del levantamiento de las sanciones económicas y financieras.
El objetivo es que Teherán reduzca sus actividades atómicas -en especial el enriquecimiento de uranio- hasta el punto de que no pueda tener la capacidad de fabricar armas atómicas al menos en los próximos 10 ó 15 años.
A cambio, las potencias implicadas en las negociaciones deberán garantizar que Teherán pueda mantener un programa nuclear con fines civiles, y levantar las sanciones financieras y comerciales que desde hace años estrangulan la economía persa.
Precisamente, las modalidades del levantamiento de las sanciones es uno de los escollos.
Teherán insistiría en que todas se anulen en cuanto entre en vigor el acuerdo, pero el G5+1 pretende obtener antes un informe del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) que confirme que Irán está cumpliendo con sus compromisos.
EFE
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