Se espera que la monarca sea dada de alta este martes tras pasar dos días internada en el centro médico King Edward VII en Londres.
La reina Isabel II de Inglaterra, hospitalizada desde ayer domingo por una posible gastroenteritis, ha pedido a sus familiares que no la visiten en el centro médico y mantengan sus compromisos oficiales, publica hoy el diario británico "The Daily Telegraph" en su edición de internet.
La soberana británica, que cumplirá 87 años el mes próximo, fue trasladada este domingo en un coche privado desde el castillo de Windsor al centro médico King Edward VII en Londres "como medida de precaución", después de que el pasado viernes cancelara un acto por molestias estomacales.
Según el citado diario, la reina Isabel ha pedido a los otros miembros de la familia real británica que no la visiten en el hospital y prosigan con sus obligaciones.
Se espera que sea dada de alta mañana martes tras pasar dos días internada, si bien el Palacio de Buckingham no ha divulgado de momento ningún parte médico.
Está previsto que su esposo, el duque de Edimburgo, de 91 años, asista esta tarde a una función en el Royal Thames Yacht Club (el club de yates reales del Támesis) mientras que la princesa Ana, hija de ambos, acudirá a una conferencia en Gales.
El palacio de Buckingham ha sugerido que Isabel II podría regresar a casa mañana y ha insistido en que su hospitalización es "una medida de precaución".
El ingreso en el hospital ha obligado a la reina, que ya ha cumplido 61 años en el trono, a cancelar una visita oficial a Roma y otros actos previstos para esta semana.
El primer ministro británico, David Cameron, le ha deseado una rápida recuperación, al igual que el presidente italiano, Giorgio Napolitano, que iba a ser su anfitrión en su visita oficial a Roma.
Se trata de la primera vez en una década que la reina tiene que ser ingresada en un centro médico, ya que la última fue una operación de rodilla por un esguince en enero de 2003.
Son escasas las dolencias que ha sufrido Isabel II durante su largo reinado, el más longevo después del de su tatarabuela, la reina Victoria, y en muy escasas ocasiones cancela actos oficiales por problemas de salud.
EFE
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