El primer ministro israelí saludó a la comunidad musulmana por una de sus festividades más representativas y pidió "contención" en la escalada de violencia.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, felicitó hoy a la comunidad musulmana por la fiesta del Sacrificio (Aid Al Adha) y pidió contención ante la reciente escalada de violencia que sufre la región.
"Espero que este año sea de paz entre las religiones", manifestó Netanyahu en un comunicado difundido por su oficina en el que se dirigió a los musulmanes y drusos de Israel, y a la comunidad islámica de todo el mundo.
"Me gustaría haceros saber que Israel mantiene el status quo sobre el Monte del Templo", expuso en referencia a la denominación del judaísmo para la Explanada de las Mezquitas, conocida en árabe como Noble Santuario, y origen de fuertes tensiones recientes entre las fuerzas de seguridad israelíes y creyentes palestinos, que consideran una ofensa las visitas de extremistas judíos al lugar.
"Israel salvaguarda los lugares sagrados para todos los credos. No os perdáis por el camino de la incitación, la incitación salvaje que no tiene fundamento. Respetamos todas las religiones", insistió.
Ayer, primer día de la festividad, una de las más señaladas del calendario musulmán, decenas de jóvenes marcharon por la explanada para expresar su disposición a defender la mezquita de Al Aqsa, alojada en el recinto y tercera en la jerarquía del islam.
Los manifestantes, algunos con camisetas en las que se leía "Al Aqsa está en peligro", llevaban banderas de países árabes y pidieron la protección a este lugar sagrado para el islam, después de que hace unos días el presidente palestino, Mahmud Abás, advirtiera del peligro de una tercera intifada.
La semana pasada la Policía israelí asaltó en tres ocasiones la explanada para erradicar del lugar a decenas de jóvenes palestinos que aparentemente trataban de impedir las visitas de nacionalistas judíos.
EFE
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