Los trabajos de búsqueda de los buzos se reiniciaron después de que se suspendieran por el movimiento del casco del crucero.
Los buzos reanudaron desde primeras horas de la mañana las tareas de búsqueda de la veintena de desaparecidos del naufragio del crucero Costa Concordia después de que ayer se tuvieran que suspender debido a que se registraron movimientos del casco.
Las tareas de búsqueda continuarán en el puente cuatro, donde se hallaron los últimos cinco cadáveres, y para ello se tendrán que utilizar pequeñas cargas explosivas que creen los pasillos para que puedan entrar los buzos, explicaron desde la Marina militar.
No obstante, se prestará máxima atención a los posibles movimientos del barco, que ayer se movió de un metro, y las condiciones meteorológicas.
Por el momento, el estado del mar es de calma, pero podría empeorar ya que se esperan durante el día olas de entre 1 y 1,5 metros, que podrían ser, incluso, de más de 2,5 metros el viernes.
Asimismo, también han llegado a la isla del Giglio, donde encalló la nave el pasado viernes, los expertos de la compañía holandesa Smit, que se ocuparán de la extracción de las cerca 2.400 toneladas de carburante de las bodegas del Costa Concordia.
Según los medios de comunicación italianos, las tareas de extracción del combustible pueden comenzar mañana o el sábado, debido al riesgo, cada vez más inminente, de que se produzcan perdidas.
El ministro italiano de Medioambiente, Corrado Clini, explicó ayer que "existe ya un daño ambiental, aunque muy contenido, relativo a los fondos marinos de la isla del Giglio".
"Estamos ante una situación límite porque la nave se mueve -añadió Clini-. Hay que actuar deprisa, es una contrarreloj. Creo que en las próximas doce horas estaremos en disposición de comenzar a trabajar en el depósito".
Según las primeras hipótesis, se necesitarán entre dos y tres semanas para vaciar todo el carburante.
EFE
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