El pasado terremoto que acaeció en Japón en el 2011 dejó alrededor de 22 millones de toneladas de escombros.
Más de 37.000 vehículos dañados por el tsunami del 11 de marzo de 2011 permanecen aún amontonados en las provincias de Iwate, Miyagi y Fukushima, en el noreste de Japón, más de un año después de la tragedia, informó hoy la agencia local Kyodo.
En algunos municipios como Ishinomaki, uno de los más afectados por el desastre, cerca de 13.000 vehículos se apilan aún en 10 localizaciones de la costa a la espera de ser reciclados, una operación que llevará aún más de un año, confirmó un portavoz del municipio.
En el resto de provincias se espera que la limpieza de los coches lleve aún un tiempo considerable, ya que en muchos casos ha sido imposible localizar a sus propietarios tras una tragedia que dejó más de 19.000 muertos o desaparecidos.
Según las leyes japonesas de reciclaje de automóviles, los municipios deben obtener el consentimiento de los propietarios para poder procesar vehículos dañados o, en caso de que no se localice a su dueño, esperar tres meses una vez se haya notificado públicamente su eliminación.
Para agilizar este proceso, los gobiernos locales analizan individualmente cada uno de los vehículos dañados y buscan matrículas o papeles entre los residuos que les permitan poder encontrar a sus propietarios.
En concreto, en la provincia de Miyagi se apilan cerca de 32.000 vehículos, en Iwate 3.200 y en la de Fukushima, epicentro además de la crisis nuclear, unos 2.400, según Kyodo.
El terremoto y posterior tsunami en el noreste de Japón destruyó o dañó seriamente más de 383.000 viviendas y edificios, al tiempo que dejó más de 22 millones de toneladas de escombros de los que, un año después, aún quedaban cerca de 6 millones por ser procesadas.
EFE
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