El Gobierno nipón establece la meta de capturar 333 bellenas en vez de los 935 que contemplaba su programa anterior.
Japón ha propuesto reducir en un tercio la cantidad de ballenas que pesca en la Antártida, en un momento en el que el país asiático planea retomar ahí la captura de cetáceos pese a que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) le ordenó en marzo cancelar su campaña en la zona.
En el plan revisado para la captura de ballenas en la Antártida "con fines científicos" que la Agencia de Pesca de Japón ha remitido a la Comisión Ballenera Internacional (CBI), el Gobierno nipón establece la meta de capturar 333 rorcuales en vez de los 935 que contemplaba el programa anterior, informó hoy el diario Japan Times.
Japón pescó 103 ejemplares de rorcual aliblanco, especie que no se considera amenazada, en 2013, muy por debajo del objetivo numérico que contemplaba.
No obstante, la CIJ consideró en su sentencia de marzo que las cuotas numéricas del antiguo programa nipón no estaban determinados por fines científicos.
Japón abandonó la caza de ballenas en 1986 por la moratoria impuesta a nivel internacional, pero la retomó en 1987 alegando motivos científicos, con programas de capturas en la Antártida y en el Pacífico norte.
Con este nuevo programa revisado, el Gobierno de Tokio busca lograr entendimiento en torno a sus campañas, aunque los expertos opinan que retomar el programa en el Antártico a partir de abril de 2015 enfurecerá a muchos países y organizaciones que se han mostrado en contra hasta ahora.
El nuevo plan propuesto por Japón para pescar en la Antártida también establece un periodo de investigación científica de 12 años.
El veredicto del CIJ también cuestionaba que el antiguo programa tuviera una duración no estipulada.
La Agencia de Pesca espera que el nuevo plan sea discutido en un comité científico de la CBI en torno al próximo mes de mayo.
EFE
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