´Hemos coincidido en que la acción unilateral de China puede desencadenar en un incidente inesperado y es extremadamente peligrosa´, dijo el ministro japonés de Defensa, Itsunori Onodera.
El ministro japonés de Defensa, Itsunori Onodera, y el Secretario de Defensa estadounidense, Chuck Hagel, consideran "extremadamente peligrosa" la decisión de China de ampliar su zona de defensa aérea, según informó el responsable nipón.
"Hemos coincidido en que la acción unilateral de China puede desencadenar en un incidente inesperado y es extremadamente peligrosa", detalló Onodera, en declaraciones recogidas hoy por la agencia Kyodo, tras la conversación telefónica que ambos mantuvieron la pasada noche.
Onodera aseguró que tanto Tokio como Washington consideran que la decisión de Pekín infringe la legislación internacional, al tiempo que acordaron reforzar la cooperación, el intercambio de información y mantener las labores de vigilancia en la zona.
La conversación de ambos responsables de Defensa se produce después de que el sábado el Ministerio de Defensa chino anunciara el establecimiento de una "área de identificación de defensa aérea" que incluye las disputadas islas Senkaku (conocidas en China como Diaoyu), controladas por Tokio y cuya soberanía reclama Pekín.
"Es importante tratar este asunto con decisión y calma mediante esfuerzos diplomáticos, al tiempo que acordamos enviar el mensaje a China de que su intento de cambiar el "status quo" nunca será tolerado", añadió Onodera.
El ministro nipón además defendió los vuelos de aviones militares estadounidenses en la zona al ser maniobras habituales ya previstas e instó de nuevo a China a "revocar inmediatamente" su decisión de ampliar la zona de defensa.
En este sentido, en la víspera el Ministerio de Defensa chino reveló que había identificado dos bombarderos B-52 de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos sobrevolando su nueva zona de defensa aérea.
Por su parte, el Pentágono trasladó tras la conversación entre ambos ministros el compromiso de Washington de respaldar a Japón ante una agresión militar, al tiempo que corroboró el pacto bilateral de seguridad entre ambos países.
La designación de esta nueva área el sábado provocó la inmediata queja de Japón y otros países como Corea del Sur, Estados Unidos o Australia, que consideran que la decisión de China incrementa la tensión en la región.
El histórico conflicto territorial entre Japón y China por la soberanía del pequeño archipiélago Senkaku/Diaoyu se agravó en septiembre del año pasado, cuando el Gobierno nipón compró de su propietario nipón tres de los cinco islotes, en una acción que desencadenó violentas manifestaciones en China.
Situado en el Mar de China Oriental, a unos 175 kilómetros al noreste de Taiwán y 150 al noroeste del archipiélago nipón de Okinawa, este deshabitado conjunto de islotes tiene una superficie de unos siete kilómetros cuadrados y se cree que podría contar con importantes recursos marinos y energéticos.
EFE
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