El jefe del Pentágono habló con Koval por primera vez desde que éste tomó posesión de su cargo el mes pasado.
El secretario de Defensa de EE.UU., Chuck Hagel, habló hoy por teléfono con su homólogo ucraniano, Mijailo Koval, para tratar las revueltas prorrusas en el este del país y para ofrecerle su apoyo en estos "momentos críticos".
El jefe del Pentágono habló con Koval por primera vez desde que éste tomó posesión de su cargo el mes pasado.
La llamada se produjo en el vuelo de regreso del funcionario estadounidense desde Asia, donde ha pasado una semana de reuniones de alto nivel en Japón, China y Mongolia.
Según un portavoz del Pentágono, ambos hablaron de la situación en la península de Crimea, que se rebeló contra el nuevo Gobierno de Kiev y ha sido anexionada por Rusia, y sobre las nuevas crisis territoriales en el este del país.
Ambos ministros hablaron de "las actividades militares de Rusia en la frontera con Ucrania y sobre los intentos de desestabilizar las comunidades en el oriente", dijeron las fuentes.
Hagel también ofreció su apoyo a Koval y le pidió mantener el contacto en un momento de extrema tensión.
Washington teme que un incidente armado pueda ser la chispa que encienda un conflicto en Ucrania, dividida con más claridad entre prorrusos y proeuropeos desde que el Gobierno de Kiev que apoyaba el Kremlin cayó debido a las protestas.
El Pentágono ha pedido contención desde el comienzo de la crisis en Crimea, que fue tomada por tropas comandadas por Rusia, al tiempo que ha movido un limitado número de efectivos, una veintena de cazas y un destructor hacia las fronteras orientales de la Alianza Atlántica (OTAN).
El apoyo de Estados Unidos a Ucrania se ha limitado por el momento al envío de alimentos para militares, pese a que Kiev le ha pedido una larga lista de asistencia, incluida "ayuda letal", debido a los profundos problemas de recursos de sus Fuerzas Armadas.
Estados Unidos cree que las nuevas protestas de prorrusos en regiones como Donetsk y Lugansk, donde han tomado edificios públicos y arsenales de la policía, están orquestadas y pagadas por Rusia, algo que hace temer la repetición de una toma como la de Crimea.
EFE
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