La bella actriz mantiene una carrera de lo más equilibrada entre bombazos de primer orden y pequeñas obras independientes sin dar mayor importancia a su gran logro.
Jennifer Connelly, uno de los rostros más bellos del Hollywood actual, mantiene una carrera de lo más equilibrada entre bombazos de primer orden y pequeñas obras independientes sin dar mayor importancia a su gran logro, el Óscar que ganó por "A Beautiful Mind" (2001).
"Si soy sincera, aún no me creo que me lo dieran", dijo a Efe la actriz, de 39 años, sobre el premio de la Academia que recibió por su interpretación de Alicia Nash en aquella cinta, protagonizada por Russell Crowe.
"El Óscar fue una experiencia extraordinaria y algo sorprendente, pero no es así cómo juzgo mi trabajo; amo hacer películas pero mido el éxito o el fracaso basándome en cómo me siento cuando termino de rodar cada una, y eso cambia constantemente", argumentó la intérprete, pecosa y de radiantes ojos verdes.
Desde aquel premio ha intervenido en trabajos muy taquilleros, como "Hulk" (2003) o "The Day the Earth Stood Still" (2008), y proyectos más arriesgados, como "House of Sand and Fog" (2003) o "Reservation Road" (2007).
"Intento trabajar en cosas que me entusiasman, que me suponen un reto y en las que creo por una u otra razón", añadió.
Así es como llegó Connelly al proyecto de "9", una película de animación dirigida por Shane Acker, candidato al Óscar al mejor cortometraje animado por, precisamente, "9", en el que se basa el filme.
Se trata de un relato post-apocalíptico, producido por Tim Burton ("Batman") y Timur Bekmambetov ("Wanted"), en el que unos pequeños seres poseen la clave para el resurgir de la civilización, dentro de una historia con ecos a "La República", de Platón, y la alquimia.
La película, que llega a las salas de EE.UU. el próximo 9 de septiembre, cuenta en su versión original con las voces de Elijah Wood, John C. Reilly, Christopher Plummer, Crispin Glover, Martin Landau y la propia Connelly.
"Había visto el cortometraje y me pareció extraordinario", dijo la actriz.
"Creo que Shane es un artista y ese mundo tan precioso que creó me dejó maravillada, así que pensé que me encantaría estar involucrada en esto", apuntó Connelly sobre su primera experiencia en un filme animado.
Han pasado 25 años desde que esta neoyorquina debutase en la gran pantalla con "Once Upon a Time in America", el clásico de Sergio Leone sobre un grupo de mafiosos a comienzos del siglo XX.
"Aquel rodaje fue increíble -manifestó Connelly-. Me gustaba tanto Leone... ¡aunque resultaba aterrador al comienzo! Era un tipo enorme, con esas gafas de forma octogonal, esa enorme barba... Era formidable".
"Recuerdo todo como la perfecta mezcla entre excitación y miedo, y fue lo que dio origen a mi amor por el cine", añadió la actriz, que aún no sabe descifrar el enigma final de esa película.
"El espectador es quien debe decidir. ¿Alucinación o realidad? Yo no sabría decirlo", indicó Connelly.
De lo que sí tiene certeza la artista es de la comodidad que ha supuesto rodar una película con su propio marido (Paul Bettany), como ha ocurrido en "Creation", que se exhibirá el 10 de septiembre en el Festival Internacional de Cine de Toronto.
En la cinta ambos recrean a Charles y Emma Darwin.
"Fue maravilloso, aunque tuve ciertas dudas al principio. Sin embargo, desde el primer día me sentí cómoda y relajada. Es extraordinario sentirse en el trabajo como en casa, y creo que esa sensación, para esta película, funciona estupendamente", declaró.
A la actriz, de repente, se le ilumina la cara cuando su publicista le dice que su hijo pequeño está a punto de llegar.
"Soy muy afortunada por poder llevar a mis hijos al trabajo y creo que resulta divertido para ellos", señaló Connelly, quien admitió que uno de sus destinos favoritos para desconectarse y disfrutar de las vacaciones en familia es Italia.
"He hecho tres películas allí y me encanta. En realidad me apasiona viajar... y eso que odio los aviones. Es una mala combinación", concluyó.
-EFE-
"Si soy sincera, aún no me creo que me lo dieran", dijo a Efe la actriz, de 39 años, sobre el premio de la Academia que recibió por su interpretación de Alicia Nash en aquella cinta, protagonizada por Russell Crowe.
"El Óscar fue una experiencia extraordinaria y algo sorprendente, pero no es así cómo juzgo mi trabajo; amo hacer películas pero mido el éxito o el fracaso basándome en cómo me siento cuando termino de rodar cada una, y eso cambia constantemente", argumentó la intérprete, pecosa y de radiantes ojos verdes.
Desde aquel premio ha intervenido en trabajos muy taquilleros, como "Hulk" (2003) o "The Day the Earth Stood Still" (2008), y proyectos más arriesgados, como "House of Sand and Fog" (2003) o "Reservation Road" (2007).
"Intento trabajar en cosas que me entusiasman, que me suponen un reto y en las que creo por una u otra razón", añadió.
Así es como llegó Connelly al proyecto de "9", una película de animación dirigida por Shane Acker, candidato al Óscar al mejor cortometraje animado por, precisamente, "9", en el que se basa el filme.
Se trata de un relato post-apocalíptico, producido por Tim Burton ("Batman") y Timur Bekmambetov ("Wanted"), en el que unos pequeños seres poseen la clave para el resurgir de la civilización, dentro de una historia con ecos a "La República", de Platón, y la alquimia.
La película, que llega a las salas de EE.UU. el próximo 9 de septiembre, cuenta en su versión original con las voces de Elijah Wood, John C. Reilly, Christopher Plummer, Crispin Glover, Martin Landau y la propia Connelly.
"Había visto el cortometraje y me pareció extraordinario", dijo la actriz.
"Creo que Shane es un artista y ese mundo tan precioso que creó me dejó maravillada, así que pensé que me encantaría estar involucrada en esto", apuntó Connelly sobre su primera experiencia en un filme animado.
Han pasado 25 años desde que esta neoyorquina debutase en la gran pantalla con "Once Upon a Time in America", el clásico de Sergio Leone sobre un grupo de mafiosos a comienzos del siglo XX.
"Aquel rodaje fue increíble -manifestó Connelly-. Me gustaba tanto Leone... ¡aunque resultaba aterrador al comienzo! Era un tipo enorme, con esas gafas de forma octogonal, esa enorme barba... Era formidable".
"Recuerdo todo como la perfecta mezcla entre excitación y miedo, y fue lo que dio origen a mi amor por el cine", añadió la actriz, que aún no sabe descifrar el enigma final de esa película.
"El espectador es quien debe decidir. ¿Alucinación o realidad? Yo no sabría decirlo", indicó Connelly.
De lo que sí tiene certeza la artista es de la comodidad que ha supuesto rodar una película con su propio marido (Paul Bettany), como ha ocurrido en "Creation", que se exhibirá el 10 de septiembre en el Festival Internacional de Cine de Toronto.
En la cinta ambos recrean a Charles y Emma Darwin.
"Fue maravilloso, aunque tuve ciertas dudas al principio. Sin embargo, desde el primer día me sentí cómoda y relajada. Es extraordinario sentirse en el trabajo como en casa, y creo que esa sensación, para esta película, funciona estupendamente", declaró.
A la actriz, de repente, se le ilumina la cara cuando su publicista le dice que su hijo pequeño está a punto de llegar.
"Soy muy afortunada por poder llevar a mis hijos al trabajo y creo que resulta divertido para ellos", señaló Connelly, quien admitió que uno de sus destinos favoritos para desconectarse y disfrutar de las vacaciones en familia es Italia.
"He hecho tres películas allí y me encanta. En realidad me apasiona viajar... y eso que odio los aviones. Es una mala combinación", concluyó.
-EFE-
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