El presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos resultó perdedor en la feroz batalla con Obama por reabrir el gobierno y evitar una posible suspensión de pagos.
El presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos (EE.UU.), el republicano John Boehner, el segundo más poderoso del país, fue el hombre que puso en aprietos al mandatario de ese país, Barack Obama.
Boehner, fumador empedernido, moderado en política y congresista del suroeste de Ohio, resultó perdedor en la feroz batalla con Obama por reabrir el gobierno y evitar una posible suspensión de pagos en la Administración federal.
El republicano trató el martes último de recabar el respaldo de su bancada para proponer un acuerdo alternativo, pero fue incapaz de aglutinar a los sectores más conservadores del Tea Party, por lo que la labor pasó al Senado.
De este modo, EE.UU. logró evitar finalmente la temida suspensión de pagos apenas unas horas antes de la fecha límite anticipada por el Tesoro, que había señalado que se quedaría sin fondos para hacer frente a sus obligaciones.
“Libramos una buena batalla, solo que no ganamos”, dijo Boehner a una estación de radio de Cincinnati el miércoles.
Por su parte, Obama ha aprovechado esa coyuntura desfavorable al republicano y ha puesto en duda la capacidad de Boehner, afirmando que “no puede controlar a su grupo”.
Un congresista republicano, quien participó en una reunión a puerta cerrada el miércoles por la noche con el grupo de congresistas del partido, dijo a la CNN: “El representante Boehner dijo, ‘Miren, no quiero que todos estén luchando. Sé que no es todo lo que queremos, pero podemos dar más pelea"".
“De hecho me he sentido muy orgulloso del representante durante las últimas dos semanas y media. No creo que deba avergonzarse de lo que ha hecho”, señaló también a los reporteros el representante Raul Labrador de Idaho.
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