"No voy salir con los pies por delante. No quiero que la gente diga que estuve demasiado tiempo", afirmó el demócrata, de 87 años, en una entrevista con el diario Detroit News.
El congresista más veterano de Estados Unidos, el demócrata por Michigan John Dingell, anunció ete lunes que no volverá a presentarse tras haber servido durante más de 58 años en la Cámara de Representantes del país.
"No voy salir con los pies por delante. No quiero que la gente diga que estuve demasiado tiempo", afirmó Dingell, de 87 años, en una entrevista con el diario Detroit News.
Dingell llegó a la Cámara de Representantes a los 29 años de edad, en 1955, en una elección especial para sustituir, precisamente, a su padre tras su fallecimiento, quien había mantenido su escaño de legislador desde 1933.
Desde entonces, Dingell ha servido bajo el mandato de once presidentes.
Durante sus casi seis décadas en la Cámara de Representantes, ayudó a aprobar legislaciones históricas como la ley de Aire Limpio de 1963, la de los Derechos Civiles de 1964 y la Seguridad Social "Medicare" para mayores de 65 años de 1966.
Más recientemente, respaldó la Ley de Cuidado Asequible, conocida como "Obamacare".
Asimismo, fue presidente del poderoso Comité de Energía y Comercio de la Cámara de Representantes durante casi 20 años.
Al hablar de su decisión, Dingell culpó tanto a su edad como a la dificultad para llegar a compromisos dada la agria división entre republicanos y demócratas dentro del Congreso actual.
Dingell descartó que pudiera perder la reelección en los comicios legislativos de noviembre próximo, pero dijo no estar seguro de que fuera "capaz de cumplir con los dos años de mandato".
"Encuentro ofensivo servir en la Cámara. Se ha vuelto muy difícil debido a la acritud y el rencor tanto en el Congreso como en las calles", indicó en su entrevista.
Es además uno de los dos miembros de la Cámara que luchó en la Segunda Guerra Mundial, junto con el republicano de Texas Ralph Hall.
Dingell es conocido por sus exhaustivas preguntas durante las audiencias y fue un defensor de la industria del automóvil, donde trabajaban gran parte de sus votantes.
Su escaño, representante de un sólido distrito demócrata, no corre peligro de ser arrebatado por los republicanos, y se especula que pueda ser ocupado por su esposa, Deborah, antigua ejecutiva de General Motors. EFE
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